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Una estadística de Beltrán que preocupa

El Vikingo arrancó bien y terminó mal en Sarandí, alargando una marca negativa que deja ver el poco peso ofensivo del equipo.

luciano garcía dresch
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Beltrán jugó los 90 minutos frente a Arsenal pero no pudo destacar.
© GettyBeltrán jugó los 90 minutos frente a Arsenal pero no pudo destacar.

River dejó pasar una nueva chance de acercarse a la punta del campeonato. El pálido 0-0 ante Arsenal no hizo más que aumentar la preocupación en los hinchas y también seguramente en Gallardo, que no puede lograr que su equipo termine de despegar futbolísticamente: dio un paso adelante hace Newell’s y de nuevo uno hacia atrás en Sarandí. Falencias hubo muchas, pero la que más intranquilidad genera es la falta de chances de gol. Lo previsible que se volvió el equipo, apostando en todos los ataques a que Solari se ilumine y pueda sacarse a dos o tres rivales de encima.

Gallardo se inclinó por Lucas Beltrán para jugar desde el arranque y si bien el Vikingo tuvo unos buenos primeros minutos, jugando bien de espaldas y clarificando algunas jugadas, la tendencia de su juego no cambió y terminó nublado entre tantas camisetas de Arsenal durante el segundo tiempo. El juego de espaldas le venía sentando bien, pero ayer no resultó: se resbaló mucho, los volantes tampoco aprovecharon sus descargas y nunca pudo ponerse de frente al arco.

Y si el 9 del equipo no puede patearle al arquero rival y siempre está lejos de la zona de definición, el Millonario pierde lucidez en el último tramo y depende pura y exclusivamente de que los volantes lleguen bien pisados y frescos al área. En el segundo tiempo, Gallardo decidió juntar al Vikingo con Miguel Borja, igual que en el partido con Sarmiento, y el resultado también fue el mismo que en la derrota ante el equipo de Damonte: se superpusieron en vez de complementarse, River lastimó aún menos a Arsenal, el equipo quedó partido y apenas cayó algún que otro centro al área.

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Los números que reflejan esta incomodidad de Beltrán son la cantidad de disparos al arco que tuvo en los últimos partidos: solo uno (ante Newell’s, que fue bloqueado por un defensor) en cuatro fechas. El Vikingo empieza a ser víctima de un sistema (o de una forma de juego) que no favorece en absoluto al trabajo del delantero de área. Lo padeció Girotti, lo sufrió en cierta medida Romero y ahora le está pasando factura al ex Colón.

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