La base para conseguir el éxito en una competición larga –como puede ser la Copa Libertadores o la Liga Profesional- es tener una defensa sólida. Todo gran equipo se construye a base de un arquero seguro y una defensa a la que le conviertan pocos goles y ofrezca la seguridad necesaria para que los de arriba se encarguen de concretar las situaciones creadas. Haciendo un breve recorrido, las defensas de los últimos grandes logros de River salen de memoria: Mercado, Maidana, Funes Mori y Vangoni en la Sudamericana 2014 y la Libertadores 2015 y más acá en el tiempo nadie olvidará a Montiel, Maidana, Pinola y Casco, que obtuvieron la Libertadores 2018 ante Boca en Madrid.
El puesto de marcador central –en coincidencia con el de arquero- es ingrato, por lo general son ellos los que quedan retratados en las fotos de los goles del rival y un erro de ellos puede causar un gol del rival en fracción de segundos. Por eso es importante tener personalidad y eso –afortunadamente en River- sobra. Pero las lesiones y algunos rendimientos bajos hicieron que el Muñeco confíe como zaga central titular la de Paulo Díaz y David Martínez y la realidad es que funcionan muy bien juntos, el problema es cuando hay que recurrir a la rotación y sus reemplazantes no ofrecen la misma seguridad que el chileno y el ex Defensa y Justicia.
Los titulares
No caben dudas que Paulo Díaz ya se afianzó como el primer marcador central de River, el chileno es fuerte, va bien de arriba, suele anticipar bien, tiene buen primer pase y brinda la seguridad necesaria. Si bien le costó en un comienzo, desde que se hizo dueño del puesto lo está haciendo más que bien. Por otra parte y como marcador central por izquierda aparece David Martínez, un pibe formado en la cantera del Más Grande que sumó experiencia en Defensa y Justicia y a comienzos de 2021 regresó a Núñez. No tardó en ganarse un lugar y desde entonces es difícil que lo pierda ya que es tiempista, inteligente, tiene buena conducción y buen pase entre líneas, es fuerte y gana en el juego aéreo.
Los históricos
Jontan Maidana no solo merece un lugar en la bandera de los ídolos sino que además el reconocimiento eterno de los hinchas, es historia de River viviente y un líder impresionante que con el ejemplo, el sacrificio y el trabajo contagia a los más pibes. La realidad es que desde que regresó al club a comienzos de año tuvo algún que otro buen partido pero en líneas generales su rendimiento bajó considerablemente, aunque conociendo su estirpe, no sorprendería que vuelva a ofrecer la seguridad a la que acostumbró al hincha en su primer ciclo en el club. Por su parte Javier Pinola está teniendo un 2021 para el olvido, el ex Nuremberg se fracturó dos veces el antebrazo derecho en lo que va del año y las veces que le tocó jugar no estuvo en su nivel.
El relegado y el futuro
Marcelo Gallardo cuenta además con dos variantes sumamente interesantes: Robert Rojas y Tomás Lecanda. Son casos sumamente distintos, el paraguayo supo tener grandes rendimientos en el Más Grande antes de la pandemia y luego alternó buenas y malas, pero en los últimos meses perdió terreno en la consideración del Muñeco y además sufrió una pubalgia que lo imposibilitaron de ganarse un lugar aunque sea como recambio. En cambio Tomás Lecanda es futuro puro, ya tuvo su debut con el Manto Sagrado en medio del brote de Covid en mayo de este año y lo que mostró fue más que interesante, es un central duro y con clase, fiel al estilo de la historia de River.