Un toque de suerte le permitió a River caer en desventaja en el partido contra Banfield, en el Florencio Sola. Iban 15 minutos cuando cayó un centro en el área del equipo de Marcelo Gallardo. No presentaba mayores complicaciones, pero la pelota pegó en la mano de Leonardo Ponzio luego de que el capitán millonario fallara el cabezazo con el que intentó rechazar. Fernando Rapallini sancionó penal para el Talado y Luciano Lollo, el ex River, se paró delante de la pelota para patear.

Casualmente, quedaron cara a cara dos de los refuerzos que River había incorporado en el mercado de pases del invierno de 2016. Lollo había llegado desde Racing, a cambio de 3.500.000 dólares, mientras que Enrique Bologna había quedado libre de Gimnasia y se sumó tras la salida de Barovero. Y el defensor, que reconoció que no estuvo a la altura de River en su fallido paso por Núñez, despedició su oportunidad. Pateó fuerte y al medio, pero demasiado alto: la pelota terminó en la popular local de Banfield.

Lollo apenas llegó a disputar 16 partidos con la camiseta de River a lo largo de tres temporadas. Llegó lesionado desde Racing (una fractura en el pie) y le costó muchísimo recuperarse. Tuvo que volver a ser intervenido y por eso estuvo tanto tiempo sin jugar. Cuando lo hizo, sus actuaciones no fueron las mejores y por eso Gallardo le dio vía libre a los dirigentes para que le buscaran una salida. A mediados del 2019 fue cedido a Banfield por un año y una vez que finalizó ese préstamo se acordó la rescisión de su contrato. River sólo recuperó 250.000 dólares por el pase del defensor.