Hay futbolistas que están tocados por la varita mágica, no importa cómo jueguen, si venían teniendo un buen rendimiento o si era más o menos queridos por los hinchas. Ramiro Funes Mori tenía 23 años recién cumplidos cuando el destino quiso que escriba su página en la historia de los superclásicos. El contexto era completamente diferente al actual, River no ganaba en la casa del eterno rival desde el Clausura 2004 y por la fecha 10 del Torneo Final el equipo de Ramón tendría que ganar en la Bombonera para acomodarse en los puestos de arriba.

La expectativa por este superclásico era muy alta, en el banco de suplentes del Más Grande estaba sentado Ramón Díaz, ídolo millonario, mientras que el local lo ocupaba Carlos Bianchi, gloria Xeneize. La particularidad en la formación del conjunto de Núñez era que Ramito Funes Mori ocuparía el lateral izquierdo en lugar de Leonel Vagioni que había sido expulsado dos fechas antes y su sanción fue de dos encuentros. Ramón decidió que a la Bombonera salgan desde el arranque: Barovero; Mercado, Maidana, Balanta, Funes Mori; Carbonero, Ledesma Rojas, Lanzini; Teo Gutiérrez y Cavenaghi. Sin dudas, un equipazo.

El partido fue intenso, el primer tiempo fue luchado y ninguno de los dos se hizo dueño del partido, pero ya en el segundo tiempo se rompió el cero. Luego de un gran anticipo de Eder Álvarez Baltnta en posición de cinco, el colombiano escaló, abrió a la derecha para Carlos Carbonera quien volvió a abrir hacia el mismo sector en el cual estaba Teo Gutiérrez y tras esa gran conexión colombiana, el delantero con mucho criterio jugó para Lanzini que entró con mucha potencia al área y venció a Agustín Orión. El Más Grande se ponía 1 a 0 y los jugadores se ponían a bailar ante la atenta mirada del público local para celebrar la conquista.

Minutos más tarde y mediante una gran ejecución de un tiro libre a la puerta del área Juan Román Riquelme estableció el 1 a 1, Barovero no pudo hacer nada y el 10 Xeneize mostró su cuot de soberbia al ir a celebrar el gol frente a Ramón Díaz a quien le gesticulaba que River no ganaría en la Bombonera, pero a veces hay que saber callarse y no festejar antes de tiempo. Ya que en una jugada que debía ser saque de arco, pero que Pitana consideró que había rebotado en un jugador local cobró córner, el mismo lo ejecutó Manuel Lanzini, el que ganó en lo alto fue Ramiro Funes Mori que ayudado por la pésima salida de Orión cabeceó ante un arco vacío. El Millonario lo ganaba 2 a 1 a falta de cinco minutos.

Partido clave en la conquista del campeonato

Pitana decretó el final partido, River venció al Boca de Bianchi, las restantes nueve fechas mostró carácter y fútbol, algo habitual en los equipo de Ramón Díaz, pasaron las fechas y nadie pudo alcanzar al Más Grande que luego de un contundente triunfo ante Quilmes por 5 a 0 volvió a dar una vuelta olímpica a nivel local. El título será recordado pero en la historia quedará el superclásico y la muletilla de “no fue córner”.