Lucas Pratto quedó marcado a fuego en la historia grande de River, no importante cuántos partidos jugó con el club ni cuantos goles hizo, ni siquiera que haya ganado cuatro títulos con el Más Grande –siendo determinante en las finales- en sus tres años como futbolista del Millonario. El Oso se ganó ese lugar de privilegio por haber convertido dos goles en la final de Copa Libertadores más grande de la historia, por silencias la Bombonera luego del éxtasis que había provocado el gol de Ramón Ábila y también por crear el “Modo Oso” en el Bernabéu. Sin dudas que el delantero, flamante refuerzo de Vélez, hizo mucho más que esos dos goles, pero van a pasar las décadas de los chicos que todavía hoy no nacieron van a hablar solamente de los goles en la final contra el eterno rival.

"Gallardo te potencia, exprime, exige al 200%, es lo mejor que tiene, no sé si satura, mis decisiones pasaron por otro lado, no por estar saturado, las relaciones humanas desgastan. Cuando no jugaba, si no me enojaría, me retiro. Nunca le falté el respeto a nadie, siempre intenté entrenar mejor, para tener la posibilidad", aseguró Lucas Pratto en diálogo con ESPN. El Oso tuvo dos etapas muy marcadas en sus tres años en el Millonario, el primer año y medio jugó como titular todos los partidos importantes mientras que el segundo año y medio vio más partidos desde el banco y como todo futbolista competitivo no estaba a gusto con esa situación.

"La realidad es que las veces que charlé con Gallardo nos dijimos las cosas que nos tenemos que decir, yo tengo una personalidad rara, no tengo grises, me trató siempre bien, una relación buena, cordial. Cuando estás jugando no te das cuenta, pero cuando no jugás ves ciertas cosas que para vos podrían cambiar, y no se cambiaron, tenía pocos minutos de juego, no estaba para jugar cinco minutos, por eso tomé otro camino, no era nada en contra de Marcelo o River", amplió respecto a su salida a préstamo al Feyenoord en plena Copa Diego Maradona.

El Oso profundizó en el tiempo que no le tocó jugar y destacó el grupo humano de River: "Cuando no te toca jugar empezás a ver cosas de afuera y valorar el grupo de personas, siempre me manejé igual, juegue o no juegue, sobre todo el primer año y medio que fue el que más jugué, el que le tocaba salir apoyaba de afuera, más allá del cuerpo técnico, adentro había profesionales, la realidad es que siempre lo manejábamos de la mejor manera. Después, creo que está equivocado el que no juega y está todo el día hablando mal del compañero, nunca haría eso. En River eramos todos iguales, no aprobábamos que el compañero le falte el respeto al otro, no teníamos grandes problemas, era un grupo de gente muy buena y sana".

Las finales contra Boca

2018 va a quedar en el historia por ser el año en que River y Boca se enfrentaron en dos finales, en la historia solamente había pasado una vez y había sido en 1976, pero en el año de la llegada de Pratto a River, el Millonario y el Xeneize se vieron las caras en Mendoza por la Supercopa Argentina y definieron en Madrid la Copa Libertadores y así lo recuerda el delantero: "No sé si se va a volver a dar, ese año tuvimos dos finales con Boca, la primera en Mendoza, y después en Madrid, hoy te digo, fue hermoso, en el momento decís que es difícil, es bravo, del otro lado pasa que hasta el día de hoy, cuando perdés, es lo peor que te puede pasar”.

El deseo de irse de River de otra manera

“Cuando jugás dejas de lado deudas, tu relación con ciertas personas, para el bien común, tuyo, porque todos queremos ganar plata pero más jugar, cuando no me tocó jugar, y había una deuda grande, relaciones tensas, ponés todo en la balanza, no sabés si te conviene ir todos los días, no te podés brindar al 100%, los dirigentes me dijeron que no me podían pagar, y lo mejor fue salir por seis meses. Cuando tomás decisiones, hay gente que le gusta y otra que no, me hubiese gustado irme de River de otra manera. Pasó un poco por la pandemia, con otras salidas iguales, pero hace un año que no estoy y la gente te pide una foto, agradece, los buenos y los malos resultados, siempre estuve a disposición y eso es lo que queda", concluyó emocionado Lucas Pratto.