Tanto River como el resto de los equipos que se encuentran jugando competencias internacionales desde comienzos de abril se encuentran en una seguidilla de partidos sumamente agotadora, por lo que en algunos partidos el Muñeco apeló a la rotación. De manera masiva lo hizo en dos oportunidades: ante Talleres en Córdoba y el pasado domingo contra Platense en el Monumental.
Marcelo Gallardo decidió modificar por completo el equipo que había igualado 1 a 1 contra Fortaleza el pasado jueves por la Copa Libertadores, inclusive cambió al arquero. River ante Platense no se jugaba absolutamente nada, ya se encontraba clasificado a cuartos de final de la Copa de la Liga y además ya se había asegurado jugar los cuartos en condición de local por lo que el resultado sería una anécdota pero el DT utilizó a este partido para ver cómo se encuentran aquellos jugadores que no vienen sumando minutos.
El equipo que salió a la cancha contra Platense fue: Centurión; González Pirez, Mammana, Pinola; Simón, Zuculini, Gómez; Paradela, Palavecino, Ferreira; Romero. El esquema del primer tiempo fue con tres marcadores centrales, dos laterales bien abiertos, un volante central, tres volantes creativos y un solo delantero.
Es cierto que no hubo un rendimiento superlativo de ningún jugador y tiene cierta lógica, los futbolistas necesitan continuidad y minutos para llegar a su mejor nivel, en esta oportunidad hubo algunos jugadores que suelen ser opción de cambio fija como es el caso de Palavecino o Romero que llegaban con algo más de rodaje pero en líneas generales los demás suelen jugar muy pocos minutos.
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Los que aprovecharon su oportunidad
Tres de los puntos más altos del equipo fueron Pinola, Palavecino y Paradela. El capitán estuvo firme en la defensa y fue de lo mejor, se sintió más cómodo en el segundo tiempo cuando el Muñeco reacomodó el esquema y pasó a jugar con línea de 4. Palavecino tuvo una primera mitad intermitente, no se equivocó pero tampoco apareció mucho, pero cuando pasó a jugar al lado de Zuculini estuvo muy bien. Paradela por su parte estuvo sumamente participativo y fue el mejor de la primera mitad, además hizo un golazo.
Por otra parte hay que resaltar el segundo tiempo de Mammana. El marcador central no tuvo una buena reacción en el error colectivo que derivó en el gol de Platense y de hecho tampoco lo ayudó la posición en la que jugó la primera mitad –fue líbero- pero cuando en el segundo tiempo se acomodó como lateral por derecha estuvo más que bien, no le ganaron las espaldas y se proyectó con criterio.
Además Cristian Ferreira demostró mucha voluntad, siempre quiso tener contacto con la pelota, se movió como un clásico enganche en varios pasajes del partido y para ser un futbolista que sumó muy pocos minutos en el semestre la verdad que es que estuvo más que correcto. Y en la misma línea aparece la actuación de Elías Gómez, quien fue voluntarioso, persistente y que por un desborde suyo llegó el penal que luego cambió Julián por gol.