La historia marca que la rivalidad entre River y Boca comenzó básicamente cuando ambos clubes surgieron a comienzos del siglo XX, en un comienzo los dos compartieron barrio, pero el Más Grande estuvo unos años hasta encontrar su lugar en el mundo, donde actualmente queda el Monumental –desde 1938- y más allá de la mudanza el destino ya había establecido que River y Boca serían clásico por siempre. El correr de los años y los títulos obtenidos por ambas instituciones, además de la inmensa cantidad de hinchas que tienen a lo largo del país hace que un encuentro entre estos dos equipos sea de interés a nivel mundial.
A lo largo de los años hubo superclásicos que quedaron en la historia, que marcaron a fuego a uno u otro. El 30 de marzo de 2014 el equipo que por entonces dirigía Ramón Díaz visitó en la Bombonera al de Carlos Bianchi por la décima fecha del Torneo Final, el Más Grande debía ganar para acomodarse en los puestos de arriba. Luego de un primer tiempo donde el resultado quedó igualado en cero, ya en el complemento Manuel Lanzini convirtió el 1 a 0 parcial, pero Juan Román Riquelme lo empató de tiro libre, a falta de cuatro minutos Lanzini ejecutó un córner –que no había sido- desde la izquierda y Ramiro Funes Mori estableció el 2 a 1 definitivo, unas fechas más tarde el equipo de Ramón se consagraría campeón.
Pocos imaginaron que ese partido sería fundamental, fue la bisagra que cambió la historia del siglo XXI. Después de ese encuentro sucedió como nunca antes en la historia que River y Boca se enfrenten tantas veces seguidas en competiciones importantes o definitorias. A mediados de 2014 llegó Marcelo Gallardo al banco de suplentes del Más Grande y en su primer semestre al mando debió afrontar la semifinal de la Copa Sudamericana y con un resultado global de 1 a 0 pasó a la final y luego se coronaría de dicho certamen.
Pero el destino los volvió a juntar, en esta oportunidad se vieron las caras por los octavos de final de la Copa Libertadores 2015 y nuevamente el Millonario pasó a la siguiente instancia y se quedó con el título, cabe destacar que la serie no se jugó completa ya que hinchas de Boca agredieron a los futbolistas de River con gas pimienta y la Conmebol decidió expulsar al eterno rival de la competición.
En 2018 se cruzaron dos veces en finales, algo inédito en la historia. La primera fue el 14 de marzo en Mendoza por la Supercopa Argentina, el equipo de Napoleón atravesaba un difícil momento futbolístico pero eso no le impidió superar claramente a Boca, el resultado final fue por 2 a 0 con goles de Gonzalo Martínez e Ignacio Scocco. La final más importante de la historia fue la de la Copa Libertadores de 2018, River y Boca definieron por primera –y única hasta el momento- vez el torneo más importante del continente, tras el 2 a 2 en la Bombonera el Más Grande ganó 3 a 1 en el Santiago Bernabéu y grito campeón ante los ojos del mundo.
Un año más tarde se volvieron a cruzar los dos clubes más populares del país por la Copa Libertadores y nuevamente el vencedor fue River, fue por la instancia de semifinal, el primer partido se jugó en el Monumental y el equipo de Gallardo dio una cátedra de fútbol, ganó 2 a 0 con goles de Borré y Nacho Fernández, la revancha en la Bombonera fue un escándalo arbitral a favor del eterno rival, pero ni con eso le alcanzó para forzar los penales, apenas ganó 1 a 0.
La importancia de un triunfo clave
Sin dudas que Gallardo cambió la historia de River, a un club que ya era enorme lo hizo más grande todavía, pero es importante destacar que la racha comenzó un 30 de marzo de 2014 cuando Ramiro Funes Mori –que no iba a ser titular- jugó como lateral por izquierda y a los 41 minutos del segundo tiempo se impuso en lo alto y venció a Agustín Orión que salió de muy mala manera y el clásico quedó en manos del Más Grande.