Giovanni Simeone no pudo explotar todo su potencial goleador en River. El estilo de juego que tiene Marcelo Gallardo, con delanteros que deben ser completos en distintos aspectos no encajaba con el hijo del Cholo, un punta de mucho sacrificio y olfato en el área, pero sin características para asociarse tanto a los mediocampistas.
Aunque siempre corrió desde atrás, Gio tuvo una chance impensada ante la ausencia imprevista de Rodrigo Mora para jugar el partido de ida correspondiente a las semifinales de la Copa Sudamericana 2014: “Me imaginé que espacio no iba a tener. Mora no se presentó a ese entrenamiento y Gallardo me dijo que iba a jugar. La verdad que no me lo esperaba”.
La antesala a ese 0-0 frente a Boca, el 20 de noviembre, fue complicada para el punta del Cagliari (Italia). “Llevaba meses sin jugar de titular. Era muy difícil para mí, nunca había jugado en La Bombonera. En dos noches no dormí, estaba recagado”, recordó, en diálogo con TNT Sports.
Más complejo fueron las horas previas. “Ese día era imposible dormir la siesta. De los nervios me acuerdo poquísimo de ese momento. Sufrí, pero dentro de la cancha uno se olvida de todas las situaciones”, manifestó el atacante surgido de las Divisiones Inferiores en agosto de 2013, bajo la conducción de Ramón Díaz.
La igualdad sin goles no dejó mucho en materia de situaciones de gol, pero sí en fricción y pierna fuerte. “Ponzio y Vangioni le pegaban a todas las medias azules que veían. Pelear, luchar y todo eso me encantaba, entonces me sentía en mi salsa”, expresó, entre risas, Simeone.
Con respecto a su ciclo en Núñez, Simeone hizo un balance: “En River era muy chico. Tenía 18 años, estaba en la Primera y era difícil jugar. Estaban Mora, Teo y Cavenaghi. Cuando estás en un equipo grande, los minutos son pocos. Es normal, en los equipos grandes están los mejores jugadores“.
Pese al poco rodaje y las salidas a préstamo para actuar en Banfield (“necesitaba ganar experiencia, era difícil mi situación”), Gio dejó abierta la chance a otra etapa: “Volver al mundo de River sería algo increíble porque lo que viví de chico es muy difícil vivirlo como club en otros lados. No jugaba, así que volver y tener la posibilidad de jugar sería algo único”.
Hijo de un exitoso DT como Simeone, el atacante de 24 años encontró similitudes entre su padre y el Muñeco. “Los dos son personas que quieren muchísimo a sus clubes, son personas ambiciosas. No les convence solamente ganar un campeonato o una copa”. Y agregó: “Gallardo es un fenómeno como técnico. Desde que llegó puso un orden y una personalidad”.