Las muestras de admiración a Marcelo Gallardo son cotidianas: futbolistas que hayan sido dirigidos por él, directores técnicos rivales, ex compañeros de su etapa como futbolista y la lista sigue. Es que el Muñeco es sinónimo de profesionalismo, trabajo, dedicación y todo eso lo plasma tanto con resultados como con el estilo con el que juega y jugaron los diversos planteles que tuvo que conducir tanto en Nacional de Montevideo –cuando comenzó su carrera como entrenador- como los que tuvo en los siete años y medio que lleva en River.
Los elogios son unánimes, es muy difícil encontrar una crítica hacia él, es que el Muñeco es una referencia. No caben dudas que en el fútbol argentino es quien marca el camino, no es casualidad que desde que él empezó a utilizar la línea de tres centrales, con los laterales adelantados, a las pocas fechas ya había varios equipos con el mismo esquema. Su éxito se mide en títulos, porque el fútbol es exitista, pero además de la importancia de las vueltas olímpicas que dio y que seguramente seguirá dando, su legado es mayor y entre lo más destacado es la importancia que le da a las Divisiones Inferiores y a la infraestructura en el club.
Juan Ramón Carrasco jugó en River allá por el comienzo de su carrera, luego de pasar los primeros años defendiendo la camiseta de Nacional, el mediocampista uruguayo llegó a River y se coronó campeón en tres oportunidades: los Metropolitanos de 1979 y 1989 y el Nacional del 79. Luego su carrera continuó hasta 2002, cuando colgó los botines jugando para Rocha FC, en ese mismos equipo comenzó su carrera como entrenador.
En la temporada 2010/11 Carrasco se encontraba al frente de Nacional de Montevideo y coincidió con el final de la carrera como futbolista de Marcelo Gallardo. Carrasco le contó a TNT Sports qué hacía el Muñeco en su última etapa como futbolista: “En sus últimos meses como jugador, miraba mucho mis métodos de entrenamiento cuando tenía tiempo libre”. Además Juan Ramón agregó: “Marcelo Gallardo tiene muchas cosas de DT que tenía yo. Fui su último entrenador, fue una suerte de alumno, que se entienda bien”.