River vivió en la década del 90 un período glorioso, con futbolistas maravillosos, con títulos inolvidables y con un legado que Marcelo Gallardo retomó desde 2014. Probablemente las nuevas generaciones estén deslumbradas por lo sucedido en los últimos ocho años y está perfecto que así sea, porque lo realizado por el Muñeco como DT es maravilloso, pero el River de Ramón fue extraordinario también.

Ya en 1994 con el regreso de Enzo Francescoli el mundo River se revolucionó y en 1995 la llegada de Ramón Díaz al banco de suplentes fue determinante para lo que luego vendría: la Libertadores del 96, la Supercopa y el Tricampeonato. Detalle no menor es la calidad de futbolistas que vistieron el Manto Sagrado en aquellos tiempos: Francescoli, Salas, Ortega, Almeyda, Gallardo, Crespo, Sorín y Solari, por mencionar a algunos de los más talentoso.

Pero también la historia guarda un lugar sumamente importante para quienes hacían el trabajo sucio: Astrada, Hernán Díaz, Celso Ayala, Germán Burgos. Todos ellos también fueron piezas determinantes para conseguir todos los títulos que se consiguieron. Justamente Hernán Díaz en los últimos días valoró el enorme trabajo del Mono Burgos, quien además de ser uno de los mejores arqueros de la historia del club, siempre fue fundamental para mantener al grupo unido y al vestuario alegre.

La gran anécdota de la Hormiga con el Mono

El 70% de todos esos logros es del Mono, él lo sabe. Los que jugaban eran monstruos, Ortega, Gallardo, Francescoli, eran de otra galaxia pero el Mono era el espíritu, era el estandarte del sueño que perseguimos, como cuando los griegos iban a pelear. Siempre se reía, si alguno tenía algún problema él estaba cerca. Tengo una anécdota, Chilavert le había hecho un gol de 400 metros, y cuando subo al micro estaba desconsolado, me dolía el gol que le habían hecho, cuando siento una mano en el hombro y era el Mono y me dice ‘Hormiga, loquito, ya se hizo cáscara esto, así que dale vamos que ahora tenemos otra cosa’, y me digo si yo tengo este tipo que dice eso, cómo no voy a ir para adelante”, afirmó Hernán Díaz en ESPN.

El gol de Chilavert al que la Hormiga se refiere es uno que el arquero paraguayo lo hizo al Mono en cancha de Vélez en el Clausura de 1996. Hay que recordar que por esos tiempos el Más Grande y el Fortín protagonizaron partidos memorables y que los dos fueron los mejores equipos de una década inolvidable para ambas instituciones.