Enzo Pérez, el volante central que marca el ritmo de uno de los mejores equipos del continente, el que juega como hincha, que se sacrifica, pero que tiene una calidad distinta a la del resto, el que generó que el capitán y emblema del club como es Ponzio tenga que ver los partidos desde el banco de suplentes, el mendocino que cumplió el sueño de jugar en el club de sus amores jugó un partido extraordinario contra Racing en la Supercopa Argentina y levantó un nuevo título con el Manto Sagrado.
En medio de los festejos se tomó unos minutos para explicar los motivos de su atuendo, y lo hizo vistiendo una camiseta de River dada vuelta con el número 29 y el apellido Montiel, al ser consultado al respecto, el mendocino dijo: “El título se lo queremos dedicar a Montiel, Pinola y el profe Dolce. Pedimos que traigan sus camisetas porque ellos son parte de este grupo, lamentablemente hoy no pudieron estar pero están en nuestro corazón. Su luchadores, igual que todos nosotros. Dentro de poco vamos a poder festejar todos juntos”, dejando en claro que el grupo son todos, los que juegan, los que ven el partido desde el banco y los que lamentablemente se lo perdieron por una lesión como es el caso del lateral derecho –tiene mononucleosis-, del zaguero central zurdo que se fracturó y también del profe Dolce que tiene coronavirus.
“Me dicen muchas veces que juego como hincha, al principio me costó un poco porque no lo podía sacar, pero con el tiempo lo fui trabajando con Sandra Rossi, con Gallardo también. El tiempo que esté acá en River lo tengo que disfrutar como jugador y después como hincha. Tener gente que sientan esta camiseta es un plus. Estoy muy contento porque conseguimos un trofeo más”, analizó el volante central y no pudo ocultar su felicidad por dar una vuelta olímpica más con River.
En este mercado de pases, desde Turquía vinieron a buscar a uno de los mejores jugadores del fútbol argentino, Trabzonspor le ofreció un contrato imposible de comprar con los que se pueden pagar en el fútbol doméstico, pero su respuesta fue contundente y decidió seguir en el club del cual es hincha: “Tuve una propuesta muy importante que analicé con mi familia, porque para mí es un privilegio que todavía me sigan mirando desde Europa, que pase esto a mi edad me enorgullece, pero se hace difícil romper este vínculo porque mi familia está muy ensamblada en Buenos Aires. Venimos haciendo un esfuerzo día a día, mis hijos y mi familia me inclinaron la balanza para que me quede y también porque es difícil dejar este grupo”.