El ciclo de Marcelo Gallardo es el más exitoso en la historia de River, no solo los títulos lo respaldan, sino la manera de jugar, la identidad que consiguió el equipo y el reconocimiento del mundo del fútbol. Es difícil criticar algún aspecto, si bien siempre hay que seguir mejorando, uno de los puntos débiles de sus equipos es la pelota parada en contra. Una de las posibles respuestas a esta falencia puede ser que como River suele defenderse bien, el sistema defensivo está aceitado, no le convierten tantos goles de jugada, pero en la pelota parada todo se equipara, entonces varios goles llegan mediante esa vía y el equipo queda expuesto.

Pero más allá de tener un buen sistema defensivo, la pelota parada se tornó un problema en los últimos tiempo,  y eso que el entrenador intentó marcar en zona, también hombre a hombre y hasta incluso hubo marcas mixtas, con varios jugadores sueltos, pero ninguna dio el resultado esperado ya que este problema sigue y la primera fecha de la Copa de la Liga Profesional ante Estudiantes los dejó en evidencia ya que ambos tantos del conjunto Pincharrata llegaron mediante la pelota detenida, un fuerte histórico del León.

River ganaba bien el partido gracias al tanto de Matías Suárez, pero a los 32 minutos del complemento y luego de una jugada característica de los equipos que no saben cómo llegar, Nazareno Colombo ejecutó un tiro libre al área, Díaz se la bajó a González que jugó con Mauro Díaz y el ex River definió de muy buena manera para el 1 a 1 parcial. Pero Estudiantes siguió buscando mediante la pelota parada y en la última jugada del partido, tras un tiro libre ejecutado desde el sector izquierdo, Fabián Noguera cabeceó completamente solo y estableció el 2 a 1 definitivo que rompió la racha del Más Grande de 17 partidos sin perder en condición de visitante en torneos locales.