Nuevo año, distinto semblante, mismas preocupaciones. Así podría titularse el fútbol de River estríctamente en el aspecto defensivo. Es cierto, desde los números el equipo de Martín Demichelis es incuestionable en dicha materia porque no recibió goles en cuatro partidos disputados, pero si uno repasa los compactos de los encuentros ante Unión La Calera, Monterrey, Millonarios y Vasco Da Gama, sobre todo en los últimos dos, encontrará que aún hay varias cosas por corregir en la línea de fondo, tanto en retroceso como en salida.

River sufrió en demasía contra el equipo brasileño y logró sostener su valla invicta gracias a algunas intervenciones de Franco Armani y a la mala puntería de los delanteros de Vasco. Lo que propone Demichelis cuando su equipo es dueño de la pelota en campo propio es más que claro: paciencia para tocar, moverse y salir jugando. Ensayar pases para atraer al rival, estirarlo y encontrar huecos de mitad de cancha hacia adelante.

Este estilo de juego requiere de mucha mecanicación en cuanto a los movimientos y de jugadores que sean inteligentes todo el tiempo para identificar cuándo es correcto dar un pase para el volante que está de espaldas, cuándo lateralizar el juego o cuándo revolearla. Lógicamente que los amistosos no sirven para sacar conclusiones terminantes porque hubo mucho cambio de nombre en todos los puestos, pero al Millo aún le falta aceitar la salida desde abajo.

La crítica de algunos hinchas es que River no tiene los defensores adecuados (de buen pie y mucha técnica) para explotar esta idea. Por el momento, Demichelis confía en la dupla conformada Maidana, quien aportó solidez anoche y apagó varios incendios con su robustez física, y Mammana, mejor preparado al momento de prestar la pelota ante la primera línea de presión rival.

Con el correr de las prácticas y los partidos, Micho deberá ir puliendo estos aspectos y también mejorar los retrocesos defensivos para no quedar con el equipo mirando hacia la tribuna. Salir desde abajo conlleva varios riesgos y los jugadores de a poco asimilarán que no cualquier pase es conveniente con tal de no renunciar a la idea.