La Selección de Marruecos es una de las grandes sorpresas de la Copa del Mundo. Cuando todo parecía indicar que Bélgica y Croacia iba a dominar el Grupo F, el combinado africano se hizo fuerte en la fase de grupos, consiguió dos victorias y un empate que le permitieron quedar en lo más alto de las posiciones y ahora tendrá la gran chance de revalidar su buen presente contra España en octavos de final.
Una de las figuras destacadas de la Selección marroquí es Yassine Bounou, más conocido como “Bono”. El arquero del Sevilla recibió apenas 1 gol en tres partidos jugados. Pero más allá de lo deportivo y de su buen presente en el Mundial, es un personaje bastante particular. Nacido en Canadá, hubo un momento en su carrera que lo marcó a fuego y fue su transferencia al Atlético Madrid, donde pudo conocer a Germán Burgos, por entonces integrante del cuerpo técnico y ayudante de Diego Simeone. Allí nació una particular admiración por River y el amor por Ariel Ortega.
Su pasión por el Más Grande comenzó a crecer desde aquel encuentro con el Mono, hasta que se transformó en fanatismo. Gracias a los videos que andan dando vueltas por las redes sociales se aprendió los cantitos de la hinchada, comenzó a seguir los partidos del Millonario y hasta se sumó a las filas de la Filial de River en Marruecos. Hasta que en 2015 hizo una de sus máximas locuras: viajó hasta Japón para ver al equipo del Muñeco en el Mundial de Clubes.
Los sueños están para cumplirse y Bono tuvo su regalo de Navidad anticipado. El periodista argentino Víctor Tujschinaider se acercó hasta la concentración de Marruecos y le obsequió una camiseta de River con la estampa número 10 y el nombre del Burrito Ortega, su gran ídolo. Es en realidad la segunda casaca que recibe, ya que en mayo de este año la institución le hizo llegar el Manto Sagrado junto a sus compañeros del Sevilla. Ahora sumó una nueva reliquia para su colección.
