El 18 de febrero Benjamín Rollheiser se rompió los ligamentos de la rodilla izquierda en un entrenamiento y como suele darse en este tipo de lesiones, el tiempo de recuperación es de seis a ocho meses. La operación se produjo el 25 del mismo mes y fue exitosa, pero unos días después se dispuso el aislamiento producto de la pandemia y eso generó que la recuperación del talentoso delantero no sea la habitual ya que tuvo que afrontarla prácticamente solo, sin la posibilidad como en otros casos de comenzar a moverse de manera diferenciada, pero por lo menos cerca de sus compañeros.

En la mañana del viernes, River enfrentó a Newell’s en Ezeiza y Marcelo Gallardo decidió que el juvenil vuelva a tener contacto con la pelota. Rollheiser ingresó por Lucas Beltrán a falta de veinte minutos para el cierre del partido en el que finalmente el Millonario cayó por 2 a 1. Es importante que luego de una lesión de esta magnitud, el jugador tenga contacto con la pelota, vuelva a sentir el roce de un partido y de esta manera pueda prepararse para lo que viene que es la Copa Libertadores y la Liga Profesional, donde probablemente se acumulen partidos y el entrenador tenga que recurrir a la rotación de futbolistas. Ahí es cuando Rollheiser puede volver a aprovechar minutos para mostrar que está listo para la Primera de River.

El Muñeco le da lugar a los jóvenes, de hecho en el partido contra Gimnasia de Mendoza en la Copa Argentina 2019 el propio Rollheiser fue importante ingresando a falta de veinticinco minutos para el cierre del partido siendo protagonista de la jugada del gol de Palacios y también definiendo con calidad en la tanda de penales. El nacido en Coronel Suárez, de 20 años, acumula un total de cuatro partidos en la Primera de River, todavía no convirtió goles pero en sus participaciones demostró que su estilo de juego es para ilusionarse.