Marcelo Gallardo siempre se caracterizó por tener la inteligencia necesaria para cambiar esquemas o mover piezas en un partido que se torna complicado. De hecho, ante Gimnasia de Mendoza no fue la excepción: cuando faltaban poco más de 20 minutos para finalizar el encuentro y las cosas estaban 0-0, Napoleón mandó a la cancha a Benjamín Rollheiser.

El joven delantero, que ofició de extremo por derecha, recibió indicaciones precisas del técnico de La Banda. Y no sólo que las cumplió, sino que también por esto llegó la jugada que culminó en el gol de Exequiel Palacios.

 

"Vamos a pasar a jugar 4-3-3. Vos al a derecha, Nico a la izquierda y Rafa por adentro. Cuando vas adentro, miralo a Nico de este lado, que va a jugar abierto por acá y cambiame de frente. Si jugás con Rafa, cerrate y terminá la jugada", fueron las palabras del Muñeco para Benjamín, quien ingresó y fue determinante para modificar el resultado.