El Pipa no pudo limpiarse las tarjetas amarillas, por eso deberá tener mucho cuidado para evitar la quinta frente al Gasolero o quedar al margen de partido con el objetivo de llegar sin problemas al encuentro ante Boca.
Las cuatro amonestaciones representan siempre un inconveniente cuando en el corto plazo aparece un compromiso importante. Generalmente, los jugadores se hacen sacar la quinta amarilla para ser parte de un duelo fundamental como por ejemplo lo es un clásico.
Sin embargo, Lucas Alario no pudo lograr esa misión. Es que estuvo lejos de cometer infracciones complicadas o causar algún problema que pudiera ser motivo suficiente para que Fernando Espinoza lo amonestara. Además, fue reemplazado a los 20 minutos del segundo tiempo.
Por lo tanto, el Pipa sigue al límite (vio la amarilla contra Boca, Olimpo, Unión y Quilmes), entonces Marcelo Gallardo deberá optar entre ponerlo el primer fin de semana de mayo en el estadio Monumental cuando River reciba a Temperley o directamente darle pista el domingo 14 en el Superclásico. En el primer caso, asumirá un riesgo enorme, ¿qué sucederá?
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