River volvió a ganar después de cuatro fechas, a convertir tres goles dentro de un período de sequía y pudo sumar importantes puntos para posicionarse de buena manera en la tabla anual de posiciones que otorga cupos clasificatorios para ingresar a la Copa Libertadores 2025. En definitiva fue una buena tarde para el Millonario en este triunfo por 3 a 1 frente a Banfield. Pudo mejorar su imagen futbolística reciente y encontrar rendimientos individuales que levantaron en relación a lo último que habíamos visto.
La gran tarde de Pablo Solari
La figura fue Pablo Solari autor de dos goles. El primero un gesto técnico perfecto para girar, perfilarse y sacar un tremendo remate que venció las manos del arquero. En el segundo la inició con un sombrerito a su marca, la continuó con un excelente pase a Claudio Echeverri y fue a buscar la devolución para definir mano a mano frente Facundo Sanguinetti. El ex jugador de Colo Colo pidió disculpas tras sus conquistas en muestra clara de que reconoce no haber estado al nivel que el hincha pretende. Partidos como el de ayer ya tuvo unos cuantos. Lo que le falta es destacarse en los importantes. Mantener su nivel durante un tiempo prolongado. Ser decisivo. Si no seguirá siendo lo mismo que hasta ahora: un buen delantero pero irregular y discontinuo.
Echeverri, el otro punto alto
El otro jugador que se destacó es Claudio Echeverri. Las pidió, encaro para adelante, gambeteó donde duele y estuvo cerca del gol. Es un chico con muchas condiciones al que su inexperiencia le jugó en contra para afirmarse. Éste era el año de su adaptación para explotar el próximo. Una pena que su decisión sea irse de River tan pronto y no priorice ese proceso lógico que todo pibe necesita para crecer y consolidarse en el inicio de su carrera. La dirigencia en estas semanas gestionó su permanencia pero encontró la negativa de parte del City para que el 2025 del Diablito sea con la banda roja cruzando su pecho.
Volviendo al partido el equipo jugó de a ratos bien, no tuvo una actuación sobresaliente pero le alcanzó para cambiar la cara y mejorar la imagen de lo que venía produciendo en el último mes. Hubo pasajes de buen fútbol, se lo vió más rápido y consiguió ser mas peligroso y contundente que eran rubros en lo que venía fallando. Cumplió Rodrigo Villagra en este casting partido a partido que parece hacer Marcelo Gallardo con el ex hombre de Talleres, Matías Kranevitter y Nicolas Fonseca para decidir quién es o será su 5.
La noticia que Miguel Borja salía del equipo titular para ser suplente fue fuerte. También fue noticia que el colombiano vuelva a convertir en una acción de jugada al estar viviendo su momento de mayor cuestionamiento del año. Con el de ayer llegó a 52 goles en 104 partidos con esta camiseta. Se entiende algún murmullo o reproche puntual del hincha por su aparente falta de actitud en encuentros donde se esperaba mucho más de él, pero de ahí a silbar a un jugador que tiene un promedio de gol tan alto suena un tanto excesivo.
Los que todavía no rinden
Quienes siguen sin encontrar la sintonia necesaria para ganarse un lugar son Maxi Meza y Adam Bareiro. Ninguno de los dos refuerzos de River para este segundo semestre logra destacarse en lo suyo. El ex Monterrey no desequilibra ni le aporta juego y el ex San Lorenzo no convierte goles ni gravita en ofensiva. Todo jugador necesita un período de adaptación a esta institución inmensa pero mientras tanto hay que ir mostrando algo, un indicio o adelanto que pueda confirmar que fue una buena decisión traerlos. Ambos tienen pergaminos pero deberán sabe que en River no se juega con el curriculum, ni con el.pasado reciente.
Párrafo aparte para dos situaciones muy puntuales que dejó la presentación del equipo en el Estadio Monumental. La primera es el arbitraje extraño a cargo de Sebastián Martínez (sobrino de Federico Beligoy) con fallos y decisiones equivocados y algunas situaciones realmente llamativas y grotescas. Que River haya ganado no debe provocar que nos olvidemos de este arbitraje y por eso lo remarcamos.
La gente de River nunca falla
El segundo aspecto, y mucho más importante, es una vez más la gente de River. Tras la eliminacion de la Libertadores, muchos imaginaban encontrar un Monumental a medio llenar. Duele y molesta en muchos sectores el gran poder de convocatoria que viene mostrando River desde la ampliación de su estadio. Las 90 mil personas que habitualmente concurren de local es récord mundial y no lo pueden aceptar. Frente a Banfield esperaban poca gente para tener la oportunidad de levantar la voz pero una vez más el Monumental mostró el impresionante movimiento popular que representa la gente de River y la fidelidad por sus colores aún en las malas.
El premio para esa multitud fue el triunfo. Es cierto que tenía que haber sido con Atlético Mineiro. Es innegable que aún nos duele la eliminación y que la victoria frente a Banfield no apaga esa frustración. Queríamos estar el 30 de noviembre en nuestra casa jugando una nueva Final de Copa Libertadores. No pudo ser y nos llevará un tiempo aceptarlo. Mientras tanto recibamos esta victoria por el torneo local como una buena y necesaria noticia. Hay que clasificar a la próxima Copa Libertadores como objetivo inmediato.
¿El torneo? Tras no poder descontarle puntos a Vélez aquella noche de local, en este espacio sentimos que nos habíamos despedido de la lucha por el Titulo. Aun hoy el sentir es parecido pero notando como los de arriba pierden y pierden puntos puede encenderse una expectativa. Ahora no es momento para ilusionarse. Nosotros ganemos los siete partidos que nos faltan y después hablamos. Quizás, quien les dice…