“Yo estaba muy mal, muy mal. Me había retirado del fútbol hacía un tiempo ya y un día me puse un traje y fui a pedir trabajo a una concesionaria de autos. Fui honesto, les dije que no sabía nada y que si no me iba bien, después del primer mes me iba solo. Y así empecé”. La historia del ex jugador de River Franco Andrés Miranda no tiene desperdicio.
Nació en Comodoro Rivadavia el 13 de mayo de 1986. River fue el club que lo terminó de formar luego de lo que había hecho la CAI de su ciudad. Y así, en una prueba donde lo vieron y quedó, pese a la resistencia de su familia, principalmente de su mamá, el lateral izquierdo se mudó a la pensión del Millonario.
Franco Miranda: así llegué a River
“Yo empecé a jugar al fútbol desde muy chiquito en baby y después, a los nueve años, ya empecé a jugar en cancha de 11 y fiché para la CAI. Antes de eso estuve a punto de venir a Racing, pero mi familia no quiso también por la distancia y eso. En un momento me fui a Italia con un grupo empresario y cuando volví de ese viaje había una delegación de la CAI haciendo una serie de amistosos con River en el predio de Martelli y el coordinador, que era Néstor Rossi, le dijo a la gente que estaba conmigo que me quería fichar y así fue que llegué al club”, recordó Franco Miranda en diálogo con La Página Millonaria.
Sobre sus inicios en River, agregó: “Llegué a la pensión en enero de 2002 cuando tenía solo 15 años y bueno, mi mamá me preguntó si quería quedarme, le dije que sí y como la escuela estaba adentro del club y no tenía que movilizarme mucho, me dejó”.
En El Más Grande, Franco no jugó muchos partidos. Era una época muy difícil del club. Fueron tres partidos en el Apertura 2003, tres en el Clausura 2004 y tres en el Apertura 2004, pero hasta se dio el lujo de salir campeón en el Clausura 2003. Fue el primer jugador de Comodoro Rivadavia en llegar a la Primera de River y todo parecía soñado hasta que dejó de serlo.
El temido día después
Tras su salida de River, el fútbol le deparó destinos y experiencias impensadas, pero lo difícil, lo realmente difícil vino después. Algo mucho peor que la lesión que le indicó la puerta de salida del profesionalismo y fue la depresión. Ese no saber qué, ni cómo ni para qué que le pasa a la mayor parte de los jugadores a partir del día después de finalizar su carrera.
“Cuando decidí dejar el fútbol lo hago porque ya lo económico en ese momento no me servía. No me faltaban propuestas, pero en ese momento decidí que no me servían en lo económico para poder mantener el nivel de vida que llevaba. Un poco yo lo decidí y un poco más el fútbol me dejó a mí, y ya no podía solventar el nivel de vida que tenía”, contó el ex jugador.
De jugador profesional al desplome de la salud mental y la reinvención
“Fue triste, muy duro y sufrí depresión, pero después de un año sabático a la fuerza y cuando me vi jubilado a los 31 años tuve la cabeza fría para decidir buscar otra cosa para mí. Cuando era jugador nunca supe aprovechar el tiempo de la profesión para poder capacitarme para el post futbol, que es lo más duro para el futbolista. Y bueno, pasé un año muy complicado, sí, no sabía qué hacer ni cómo invertir el dinero que había ganado, hasta que tuve una charla con uno de mis hermanos que tiene una concesionaria en el Sur y encaré para ese lado, un rubro totalmente diferente para mí el automotriz, pero en el que me reinventé desde cero”, destacó.
Miranda, que hoy solo tiene 39 años, parece haber vivido mucho más. Fue jugador profesional, vendedor de autos, exitoso consultor y hoy volvió a su primer amor, el fútbol, pero desde un lugar diferente: es agente FIFA.
“Un día me puse un traje y fui a pedir trabajo”
“Mi hermano me enseñó cómo era el negocio automotor, pero yo empecé de cero. Quería saber cómo funcionaba el negocio. Fui a una entrevista a un concesionario de autos, me entrevistó un supervisor de ventas y me presenté diciéndole algo así como ‘mirá, no tengo idea de autos, pero tengo ganas de aprender y de crecer. Voy a estar un mes, si te sirvo genial, y si no me voy sin hacer drama’. Me había puesto un traje, recuerdo, y bueno, el primer mes como vendedor fue muy duro, nunca había vendido ni una lapicera, ellos me dieron una lista de precios, una comisión y me dijeron ‘empezá a vender’. Tenía que hacer un mínimo de 10 operaciones en el mes”.
¿Logró el objetivo? No, ni cerca. “El primer mes fue muy loco, no entendía nada, yo solo preguntaba. En las primeras dos semanas no vendí nada; me acuerdo que la primera venta fue una camioneta en la tercera semana y terminé el mes con tres operaciones nada más y rogando quedarme. En el segundo mes hice 15 y de a poco me convertí en el mejor vendedor de la sucursal. Ahí conocí a un compañero que luego fue mi socio en la consultoras que fundé, una de las más grandes de Buenos Aires homologada por WV Argentina y le prestamos servicio a siete concesionarias de la marca”.
Franco Miranda habla pausado, tranquilo, con tecnicismos y contenido. Lleva el proceso de sus argumentos, los domina. A veces la da lugar al sentimiento (“si tuviese que pasar de nuevo por todo lo que pasé, creo que no elegiría volver a jugar al fútbol profesional porque es muy cruel”, dice), y asume que por más peleado que esté con algunas cosas, el fútbol fue, es y será su vida. Por eso, en pleno éxito de la actividad en la que se dio cuenta que era capaz de lo que se proponía, decidió hacer el curso de agente FIFA y hoy se dedica, casi que por completo, a la representación.
“Sigo con la unidad de negocio que desarrollé, pero ahora más alejado porque mi energía está metida en la representación. Me volví a enfocar en el fútbol y mi empresa quedó como en segundo plano porque funciona sola. Y aquello fue como todo: iniciar una unidad de negocio en la que no tenés conocimiento es como empezar de cero en divisiones inferiores. Y vas escalando de vendedor a supervisor, después gerente y así. Me reinventé en un montón de cosas para poder dedicarme a lo que hice. Yo primero estaba muy negado después del fútbol, era muy jovencito y mi hermano me ayudó a saber qué hacer”.
“Siento que esa experiencia en la concesionaria estuvo muy buena, duró casi un año hasta que puse mi consultora y ahí saqué a relucir mi tenacidad. Apliqué ahí mucho de la conducta y la metodología que el futbolista aprende desde muy chiquito y al tercer o cuarto mes ya me ofrecían una gerencia que nunca acepté porque yo ya tenía la idea de abrirme por mi cuenta”, reconoció.
Franco Miranda: del otro lado del mostrador del fútbol
En sus redes sociales, Franco Miranda se presenta como “Former Footballer. FIFA AGENT (License ID 202305-1708)”. En la charla con LPM, mientras tanto, explicó al respecto: “Yo empecé haciendo intermediaciones y lo sigo haciendo, y hace casi dos años acompaño jugadores amateurs. Hoy estoy aprendiendo a manejar contratos, derecho deportivo, las normativas y las negociaciones. En eso me sirve mucho lo que aprendí en ventas. La experiencia te va dando mucho, pero sobre todo la formación permanente. De hecho recién salí de una capacitación de dos horas en el conocimiento de las leyes del deporte”.
“Me gusta trabajar con jóvenes en el armado de su carrera profesional, pero también personal. Lo disfruto incluso un poco más porque no dependo de esto para vivir. En esto no busco un rédito económico, sino que estoy haciendo esto por pasión”, cerró.
¿Alguna vez, más allá del retiro, te sentiste un exfutbolista?
“Mirá: de muy chico me fui buscando un sueño y siempre supe que quería eso más allá de que mi mamá siempre me decía que estudie, pero uno siempre sabía que el objetivo era ser futbolista profesional. Yo soñaba con eso. El fútbol fue mi formación, mi escuela y los amigos, fue y es todo”, dice quien compartió un seleccionado juvenil con Lionel Messi, pero quien por sobre todas las cosas dice que “haber sido campeón con un grande de Argentina como River me hacen pensarme como un privilegiado de la vida. Lo mío fue un sueño cumplido”.
Franco Miranda, de la pensión de River al Senior del Millonario en 2024
“River fue un gran paso para mí desde lo personal y deportivamente. Me dio un trampolín muy grande, y tengo tanto recuerdos lindos como no tan lindos. Dentro de lo que recuerdo, más allá de todo, es una etapa que disfruté muchísimo. De mi paso por el club me quedo con la experiencia de jugar en un club de élite, de cumplir el sueño de jugar en la Primera División de un club que es de los más grandes del mundo. Además el club me educó en la adolescencia y me dejó muchos amigos que mantengo hasta hoy, que juego en el Senior”.
Los clubes de Franco Miranda
- River (2003-2005)
- Racing (2005-2006)
- Helsingborgs IF (2006-2007)
- St Mirren FC (2007-2009)
- Chacarita (2009-2010)
- C.A.I (2010)
- Tiro Federal (2010-2011)
- Patronato (2011-2013)
- Sportivo Belgrano (2013-2015)
- Instituto (2015-2016)
- Juventud Unida (2016-2017).