Victoria de River en un partido bravisimo. De esos que venía necesitando ganar y que en el último tiempo no lo había podido conseguir. Uno de esos en que sea a todo o nada. Ante un rival de jerarquía y que le presente una dificultad complicada de resolver. Racing lo es. Un equipo serio, ganador, que atraviesa un momento positivo y llegaba como el gran favorito. Diícil de encontrar un duelo futbolistico en el cual River no sea el candidato. Esta vez había argumentos deportivos, físicos y emocionales que lo ponían a Racing Club un escalón por arriba. El equipo de Gustavo Costas está entre los cuatro mejores de América y convencido de su identidad. El de Marcelo Gallardo venía de ser eliminado en la Libertadores y de sufrir un tropezón histórico con Riestra que lo llenaba de dudas. Ante este panorama oscuro y lleno de nubarrones, River mostró su carácter. Puso en la cancha su corazón y le regaló una alegría de esas importantes a toda su gente, con la que todavia mantiene deudas que cancelar.
“Cuando estás mal tenes que mostrar la templanza, la personalidad y los huevos necesarios para salir de esa situación“. Así se refirió el último domingo, el DT al momento de sus jugadores. Ayer en Rosario parece que la frase tuvo efecto. River clasificó en la Copa Argentina poniendo lo que hay que poner cuando las cosas no salen. El equipo entendió que había que dar un plus. Que era un partido para dar la cara y hacerse cargo de los cuestionamientos. Mostrar carácter y personalidad para encarar una Final dentro de un contexto negativo. Las cuatro derrotas consecutivas y la frustración internacional obligaban a estos futbolistas a ganarle este duelo a Racing. El triunfo era el único resultado posible. Una nueva derrota hubiese sido tremenda. Resignar otro objetivo deportivo era agigantar aún mas este mal año. River tiene que obtener esta Copa Argentina y para eso debía superar al rival mas difícil. Lo logró. Lo consiguió. Poniendo los huevos que pedía la tribuna y su entrenador. Apoyados en ese espíritu que en algun momento tenía que aparecer. Esta camiseta merece respeto y entrega. Hay que dejarlo todo. Asi lo entendió River y por eso venció a Racing.
Si ustedes como yo son amantes del Paladar Negro les pido que esta vez hagan la misma excepción que estoy haciendo en esta Columna y valoren este triunfo aunque haya estado carente de lo que mas nos gusta: el buen fútbol. La de Rosario era una batalla que la iba a ganar el mas fuerte. El que mas meta y corra. El que imponga su caracter. Y en eso River ayer tiene un aprobado. Le faltó juego, resignó la tenencia de pelota, se dedicó a marcar, a ocupar bien los espacios, a intentar meter una contra y defender con el alma esa ventaja que le daba el gol de Maxi Salas. Lo hizo. Con defectos y virtudes sacó el partido adelante y se clasificó a las semifinales de una Copa que le puede permitir sumar una nueva estrella a su historia, además de asegurar su presencia en la Libertadores 2026 y poder disputar la Supercopa Argentina ante el ganador del campeoanto. Miren si era importante seguir con vida en esta certamen que a excepción de Independiente de Rivadavia, Argentinos Juniors y Belgrano, todos los demás están mirandolo por televisión desde hace un rato largo. Por supuesto que nos gustaría disfrutar de un River que nos llene los ojos. Que nos haga sufrir menos y disfrutar más. Es la que nos toca hoy en día. Mientras esperamos lo que todos queremos y exigimos es importante no seguir sumando decepciones.

7River copó Rosario.
¿Cómo jugó River ante Racing?
Habiendo sido fiel a mi idiosincrasia riverplatense y teniendo la tranquilidad de ser claro al afirmar que no me gustó como jugó el equipo, paso a detallar aspectos positivos que merecen ser remarcados. El equipo adoptó una postura tactica durante el partido que lo acomodó a lo que necesitaba en ese momento. Paso del 4-4-2 al 5-3-2 con la naturalidad de tenerlo entrenado y trabajado. Mejoró las respuestas defensivas en la pelota parada del rival. Cometió errores pero ninguno producto de las ingenuidades que se venian repitiendo. Se mentalizó a un partido físico y salio fortalecido. Íntimamente debe haber comprobado que de guapo no le pudieron ganar. Aún con esa falencia de no poder hacerse fuerte con la pelota, jamas se descontroló ni se desordenó. Siempre estuvo bien parado. Repito y ojalá me entiendan. Me hubiese encantado poder elogiar triangulaciones. Varias jugadas de ataque elaboradas por 15 o 20 pases. Situaciones de gol a favor y un dominio absoluto del partido. Eso no pasó, ni sucedió. Lejos estuvo de ser un River qué enamore pero si fue un equipo que entendió que estas finales primero se ganan y despues se analizan.
A nivel individual también hay rendimientos para destacar. Franco Armani siempre está cuando se lo necesita. Lautaro Rivero ya es una realidad y parece ser el dueño de una posición que hace mucho reclamaba por un zurdo. Marcos Acuña otra vez disputó un partido serio, con mucha actitud y aportes valiosos en momentos adversos. Facundo Colidio recuperó en el 1er tiempo ese nivel que lo llevó a ser el delantero mas parejo de este año. Y por supuesto que se merece una mención especial el héroe de la noche: Maximiliano Salas. El protagonista principal del partido por un montón de motivos. El delantero la rompió en lo suyo. Se bancó una previa picante. Enfrentaba a su ex club con hinchas muy enojados que se lo hicieron saber desde la entrada en calor. Eso nunca lo sacó de foco. Concentrado en jugar para River, jamás tribuneó ni entro en situaciones que lo pudieron haber perjudicado. Respetuoso en todo momento con la hinchada académica se dedico a correr, chocar e inquietar a los defensores que vieron en él una verdadera pesadilla. Hizo el gol del triunfo, no lo gritó pero el resultado final confirma que fue un pleno total haberlo traído, aun poniendo en riesgos las relaciones dirigenciales entre ambas instituciones. River necesitaba a Salas y hoy lo tiene haciendo goles y siendo una pieza importante. Es el nuevo verdugo de una vieja historia que siempre se repite. Por eso para Racing seguramente se juntó todo. La eliminación de la Copa y la derrota con gol de Salas. Intuyendo que esto último fue lo que mas dolor provocó.

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Hay que seguir creciendo y mejorando, pero disfrutemos
Ahora será turno de otro partido bravisimo en el mismo escenario pero ante el club local. Esta vez visitaremos el Gigante de Arroyito para enfrentar al Rosario Central de Angel Di Maria. Ojala le demos continuidad a este envión animico. Que esto sirva para que el equipo crezca y aparezca. Gallardo y sus jugadores deben dar mucho mas. Lo de ayer se disfruta pero no alcanza. Hay que cambiar el chip de la Copa Argentina para ponerse el del campeonato. Central será otro partido que demande carácter y presencia. No debe repetirse una actuación como la de Riestra y esto de Racing debe ser él piso de un equipo con pretensiones serias. Se debe jugar mejor y seguir ganando para convertirse en un equipo confiable de cara a la definición de los dos torneos en los que competimos. El domingo será otra vez un “cueste lo que cueste”.

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Mientras tanto amigo hincha de River disfrutemos de esta paternidad que sigue haciendo estragos y establece claramente que aca no importa ni el presente ni como llegue cada equipo. En la historia de este clásico siempre deben respetarse los rangos.





