Cada mercado de pases representa un desafío importante de cara a una nueva temporada, pero este receso veraniego para River tiene una trascendencia mucho mayor pensando en el futuro sabiendo que los márgenes de error quedaron reducidos a la mínima expresión después de un 2025 para el olvido de lo futbolístico.

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Dentro de este contexto de necesidad y urgencia por mostrar una renovada cara, desde la flamante dirigencia se adoptó la postura de apostar a cesiones de menor costo con opciones de compra con el objetivo primeramente de no derrochar dinero de más en jugadores que pueden ser apuestas, y luego en provocar que cada futbolista se gane en cancha una futura continuidad en el club demostrando primero que nada que puede estar a la altura de la camiseta pensando en una compra y contrato más largo.
Sin embargo es sabido también que hay algunos puestos muy sensibles en los cuales se puede y se debe justificar que exista un permitido dentro de esta especie de “dieta económica” donde se quiere administrar el dinero de manera más saludable. Y allí es donde River debe aplicar una especie de excepción dentro de esta regla y permitirse apostar más fuerte por algún apellido que lo amerite, donde haya que desembolsar mucho sin pensar en cesiones.

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¿Cuál debe ser la posición en cancha designada para la inversión más fuerte?
Teniendo en cuenta los huecos más importantes que debe rellenar el plantel dentro de sus necesidades, el puesto de volante central debe ser el primero de la fila a la hora de apostar fuerte desde el bolsillo. Si bien lo de Fausto Vera se encuentra bastante encaminado, es necesario otro nombre que complete más casilleros en cuanto a características de un 5 que se adapte mejor a la soledad en el círculo central, ya que Vera puede oficiar más de interno o auxilio.
El nombre de Santiago Ascacíbar suena totalmente tentador para llenar ese hueco. Si bien el capitán que acaba de salir campeón con Estudiantes hace un tiempo se posiciona más suelto en cancha, conoce mucho el puesto de volante central y dentro de lo poco confiable que puede ofrecer hoy el fútbol argentino no existe otro apellido mejor.
Por más que en la teoría parezca muy difícil porque en el equipo platense la nueva estrella le ofrecerá competir por más finales y por la Copa Libertadores, el futbolista de 28 años no aseguró su futuro allí y declaró que analizará la decisión a tomar cuando termine la competencia del año, quizás en busca de nuevos desafíos.
Caso contrario, habrá que agudizar bien el ojo y encontrar la solución en el exterior. Quien sea el 5 titular de River marcará en gran parte el equilibrio de un equipo que en la mitad de la cancha ha sufrido como en ninguna otra línea a lo largo del 2025. Y, más allá de lo que ya se hizo público, se sabe que River suele negociar mucho en secreto para no divulgar grandes pistas. Ojalá tarde o temprano ese gran permitido que nos hace falta aparezca para aportar jerarquía y brindar garantías. Lo estamos necesitando de manera imperiosa.





