Perdió River en Rosario y parece que estamos condenados a que las sonrisas este año nos duren apenas un suspiro. Lo que pudo ser el cierre de una gran semana, tras la trascendental victoria frente a Racing Club por Copa Argentina, terminó con una mueca de enojo y bronca por el partido en el que fuimos derrotados por Rosario Central por 2 a 1. Y esa fea sensación a la que hago referencia no es solo por el resultado negativo. Por supuesto que toda caida nos molesta, pero también hay condimentos durante los 90 minutos que potencian aún más nuestro fastidio. Ayer fue partido mientras estuvimos 11 contra 11. Luego de la insolita expulsión de Juan Carlos Portillo todo se hizo cuesta arriba. Todo. Por eso es necesario que vuelva pronto la Guardia Alta. Pero no sólo para ese aspecto que ustedes piensan.
Entiendo que esa frase tiene un significado muy emblemático en el Mundo River desde 2018. Está asociada a protegerse del peligro externo que podría acechar a nuestro club. Sabemos que no goza de la simpatía de gente muy poderosa que podría influir y decidir sobre muchas cosas que para bien o para mal podrían afectarnos. Así como nosotros somos hinchas de River hay otros que no lo son. Es normal y lógico. Más allá de ser mayoría en Argentina, hay personas que nacieron de otros equipos, adoptaron otros colores y crecieron fortaleciendo esos sentimientos. Algo normal y sin ninguna rareza. Todos son y somos hinchas. Sin embargo en aquel momento, Marcelo Gallardo primero y Rodolfo D’Onofrio después, instalaron esa frase a la cual hoy 6 de octubre de 2025 le podemos dar usos múltiples. Lean con atención…

Martínez Quarta le reclamó a Falcón Pérez por su expulsión a Portillo.
Guardia alta en todo sentido
Guardia alta para nuestros propios errores. Para dejar de seguir sufriendo en cada pelota parada. Ayer un nuevo capítulo de esta historia: centro al área, Franco Armani deja corto el rechazo y la pelota cae en los pies de Franco Ibarra que empata el partido con un fuerte remate. Si queremos tener pretensiones de títulos es urgente mejorar esta falencia. Siempre nos convierten un gol por esa vía. También es necesario terminar con 11 jugadores todos los partidos. Ayer fue Portillo, en otro momento Giuliano Galoppo, la semana pasada Maxi Salas, antes Marcos Acuña o Lucas Martinez Quarta. Y así podemos seguir con un listado demasiado largo para lo que va del año. Hay que evitar ser tan verdes e ingenuos. Manejar mejor los impulsos y el caracter para que sean los rivales y no nosotros los perjudicados. Además debemos estar atentos a los rendimientos individuales. Es necesario que el DT detecte los bajos niveles de algunos futbolistas para que trabaje en ellos y pueda recuperarlos. Son muchos los apellidos que están en deuda. Por ejemplo, si el 4 no fuese Gonzalo Montiel posiblemente estaríamos pidiendo su salida. Tras un mal despeje suyo, Ignacio Malcorra puso el 2 a 1. Y fuera de esa jugada puntual, notamos que no lastima en ataque como antes, que esta flojo en la marca y comete muchas faltas evitables. Martinez Quarta convive con una sensación de inseguridad que puede ser peligrosa para su puesto. Si Kevin Castaño sigue tan errático con la pelota y poca capacidad para la recuperacion, correrá el riesgo de convertirse en la peor compra de todo el ciclo Gallardo teniendo en cuenta la cifra altisima que se pagó por él. A Galoppo le reconocemos su buena relación con el gol pero seria positivo que también tenga mas influencia en el juego. River tiene una enorme problema en la mitad de cancha al que prácticamente no le ha encontrado nunca una solución juegue el apellido que juegue. Por eso es necesario levantar la guardia para dejar de perder partidos en el campeonato. Evitar mas derrotas que puedan poner en riesgo la posición en la tabla anual y el lugar entre los 8 clasificados de la zona. Es un presente en el que suenan alarmas de preocupación. Ojalá las escuchemos y nos despertemos.

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Capítulo aparte para Falcón Pérez
No solo de rendimientos y resultados tenemos que preocuparnos. Lamentablemente en el último tiempo no venimos teniendo suerte con los arbitrajes. Ayer Yael Falcón Perez con su mal partido le permitió a Central potenciar su rendimiento. Amonestó rápido a 5 jugadores de River. Omitió una fuerte infracción merecedora de tarjeta que lo sacó a Acuña de la cancha. Castigó a Portillo con una amarilla determinante para su posterior expulsión, pero no asi a Angel Di Maria quien tiró una patada desde el piso y se levantó a prepotear al volante millonario. Tambien se equivocó de lado en unos cuantos laterales, en tiros de esquina y en las famosas chiquitas. Condicionó el partido y se quedó muy corto en el tiempo de descuento. River no perdió ayer por el arbitro. Repito. River no perdió ayer por el arbitro pero…

Los once de River que salieron desde el arranque ante el Canalla. Foto: Getty.
Si nos ponemos a repasar ya son varios los malos arbitrajes. En La Plata fueron muy estrictos con Martinez Quarta expulsandoló en el 1er tiempo pero no asi con Santiago Ascasibar que le pegó a todo jugador de River que pasara cerca. Ante Deportivo Riestra mostraron una roja a Salas por protestar pero no a Benegas por ir violentamente a golpear con su antebrazo. El VAR no actuó en esa pero si lo hizo para marcar el codo de Borja en offside cuando River se ponía 2 a 2. En el partido de la Copa Argentina le perdonaron la vida a Maravilla Martinez y no cobraron un penal evidente por mano de Nazareno Colombo. En el triunfo ante Godoy Cruz no vieron ni llamaron por la plancha en el primer tiempo sobre Nacho Fernandez de Juan Moran quien debió ser expulsado. Y podríamos mencionar el arbitraje del partido con Palmeiras en San Pablo, pero como ese fue dentro del ámbito de Conmebol no lo vamos a tener en cuenta en este listado de mala fortuna que venimos teniendo con los arbitrajes en nuestro bendito fútbol argentino.

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Por eso amigos riverplatense mas Guardia Alta que nunca. Alerta siempre con los errores propios y ajenos. A prestarle atención al rendimiento del equipo y a cada detalle para que de esa manera, se pueda ganar la Copa Argentina y tambien el campeonato. Es necesario crecer en lo futbolístico y jugar mejor para evitar que cuestiones ajenas a lo deportivo puedan perjudicarnos. Si River se muestra en alto nivel nada podrá frenar ese camino rumbo al título. Si no lo hace, entonces habrá que rezar para que los arbitrajes se equivoquen lo menos posible. Ayer Marcelo Gallardo prefirió no hablar de todo esto para intentar amoldarse al sistema. El entrenador muchas veces se expuso y quedo sólo. No está bueno inmolarse si el vuelto puede regresar en forma de castigo. Para eso estamos los periodistas, para mostrar y evidenciar cuando los fallos son acertados o no. Es un compromiso que asumimos y llevamos adelante semana tras semana. Y por supuesto que también están ustedes: los hinchas de River. Nadie los puede hacer callar en el Monumental o en las redes sociales. Son libres para expresarse y hacer notar el malestar de 15 millones de personas sí ven algo raro o que no les gusta. No hay que ser paranoico ni tampoco ver fantasmas. Solo estar atentos. River es muy grande para que alguien tenga intenciones de perjudicarlo. Por eso a ponerse la camiseta, a esperar y exigir que el equipo juegue mejor. A darse cuenta que lo realizado hasta ahora no alcanza. Y mientras tanto también a levantar los brazos para tener preparada la guardia bien alta y muy firme para todo lo que se viene de aqui a fín de año.





