Ni el ser humano más pesimista imaginaba algunas semanas atrás con River vivo en las tres competencias que la pirámide se iba a derrumbar de una manera tan frenética y angustiante. Con ocho derrotas en los últimos diez partidos y un equipo que se desangra por la falta de identidad y de ideas, se le agrega que hay un Superclásico en la Bombonera a la vuelta de la esquina, y allí es donde aparece un nuevo gran dilema.
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Sabiendo que el contexto deportivo es el peor desde el descenso, que la gente está explotada de hartazgo por dentro y que se manifestó de manera sustancial luego de la papelonera derrota contra Gimnasia, y que la pelota cada partido que pasa parece quemar más y más, ¿el domingo Marcelo Gallardo apostará exclusivamente a la gente de experiencia, o puede haber lugar a que la juventud también sea parte del once inicial?
El plantel de River cuenta con soldados de miles y gloriosas batallas, pero que están con la última carga de batería de sus carreras y que por lesiones o bajos rendimientos no han ofrecido garantías a lo largo del 2025. Y otros jugadores de mucha experiencia que están pasando por su peor momento futbolístico en el club. Sin embargo, el partido en La Boca puede ser la cita ideal no solo para que encuentren la motivación justa sino además para que sean los que se hagan cargo de ponerle la cara y el pecho a una situación donde parece nunca encontrarse lo profundo del pozo.
¿Será el partido donde aparezca el regreso de Enzo Pérez?
Dentro de las tantas decisiones que deberá tomar el DT a lo largo de la semana, se impone la posible vuelta de un enorme referente para el grupo. Si bien sus rendimientos a lo largo del 2025 han sido de más a menos y que arrastra una inactividad concreta en las últimas semanas, el hecho de tener a Enzo Pérez en cancha justamente contra Boca y con la cinta de capitán siempre es una tentación, más aún conociendo sus antecedentes cercanos ante el clásico rival y más aún cuando ninguno de sus reemplazantes en el puesto todavía demostró que merecen titularidad.
¿Volverá a ser titular Enzo en la Bombonera? (Getty)
Es por esto que el grueso del dilema dentro de la cabeza del Muñeco está instalado en apostar plenamente a los más grandes y que sean ellos los que asuman los riesgos en una situación límite, o si le da lugar a algunos juveniles dentro del equipo con el riesgo que el contexto y el escenario puedan ser devastadores para poder sobrellevarlo.
Entre los más pibes, el único que se sabe que tendrá un lugar asegurado es Lautaro Rivero, que más allá de las circunstancias es uno de los pocos que se ganó la confianza de todo el mundo River por su regularidad y sobriedad. ¿pero qué pasará con el resto del piberío? ¿Es correcto exponerlos en medio de esta realidad o es preferible que pongan la cara los de experiencia y que si se da un nuevo escenario desfavorable sean los que asuman todas las culpas?
A lo largo del semestre Gallardo les ha dado partidos de arranque a Santiago Lencina, Ian Subiabre, Thiago Acosta y Juan Cruz Meza, y tanto Bautista Dadin como Agustín De La Cuesta también han ingresado pero en los segundos tiempos. Poner a uno o algunos de ellos el domingo de arranque le aportaría al equipo ese cambio de ritmo y fluidez que le falta hoy en día, pero a la vez no deja de ser una apuesta riesgosa teniendo en cuenta que hoy el funcionamiento colectivo es casi nulo y eso puede exponer a los más jovenes.
La opinión del hincha tanto en la calle como en las redes sociales resulta bastante dividida al respecto, entre los que prefieren arriesgar con los pibes porque muchos de los grandes ya no merecen sumar más minutos con la banda roja, y entre los que expresan que justamente son los experimentados los que tienen que asumir los riesgos y poner la cara para que los chicos no queden más manchados en esta situación compleja.
Lo cierto es que los clásicos históricamente han sido partidos aparte y de héroes inesperados, y que casi nunca ha importado cómo llega cada equipo porque se vive de una manera diferente. Pero considero que el contexto invita a que los más grandes sean los que se hagan cargo de poner la cara en la Bombonera. Veremos si el Muñeco en una cancha donde se llevó varias victorias se la juega por la experiencia plena, o si le da rienda suelta a una juventud plagada de talento que viene pidiendo pista.
