River atraviesa en el último tiempo una de las paradojas más difíciles de resolver. Es que el Estadio Monumental es cada vez más grande y más amplio en materia de capacidad, pero es al mismo tiempo cada vez más chico. La enorme demanda de localidades está a la vista de todos: cada vez que salen las entradas a la venta, vuelan en muy pocas horas. Y no es un fenómeno meramente resultadista: en todo el 2022, cuando el equipo dirigido por el Muñeco estaba lejos de la pelea por el título, no hubo un solo partido que no apareciera el cartelito de “tickets agotados” en la previa de cada encuentro. En las buenas y en las malas mucho más.
Las obras de remodelación en el Monumental permitieron ampliar su capacidad a 86 mil espectadores y River lo aprovechó al máximo. Ese microclima que se generó en cada encuentro que jugó el Millonario convirtió al Templo de Núñez en un escenario casi inexpugnable: en lo que va del ciclo de Martín Demichelis, el Millonario ganó 12 de los 13 partidos que allí disputó, contabilizando tanto los partidos de la Liga Profesional como de la Copa Libertadores. La única caída fue contra Arsenal en la fecha 3 del torneo. Contra Fluminense, Defensa y Justicia, Instituto y The Strongest contó con la presencia de sus simpatizantes en la nueva Belgrano inferior. Ganó todos.
El próximo miércoles, los dirigidos por Demichelis recibirán a Colón por la fecha 23 de la Liga Profesional. La caída ante Barracas Central, el empate de Talleres y la victoria de San Lorenzo impedirán que el equipo pueda dar la vuelta olímpica en el Monumental, al menos por ahora. A los hinchas del Más Grande poco los importó: ya están todos los tickets absolutamente agotados y habrá otro Monumental lleno. Será la 39° vez consecutiva. No sorprende, pero sí confirma que River es el movimiento popular más grande del país y del continente.