Merecido, claro y cómodo triunfo para River por la segunda fecha del campeonato. Un 3 a 0 que le permite mantener el puntaje perfecto en la tabla, continuar con la levantada futbolistica y potenciar una localÍa que es cada día mas fuerte.
El partido no presentó dificultades para River. El equipo dominó a su rival de principio a fin. Fue mucho más que Belgrano. Lo controló, lo manejó y cuando decidió acelerar, encontró esa precisión necesaria en los últimos metros y le hizo los goles. Nunca pasó un susto. El arco en cero por tercer partido consecutivo es una buena señal para un equipo que hasta no hace mucho tiempo le hacían goles todos los partidos.
Lo de River no fue sobresaliente ni brillante pero fue más que aceptable. Se va mejorando encuentro tras encuentro. La impresión de un crecimiento se percibe pero también existe un freno a ese entusiasmo que es la calidad de los rivales. Ni Central Córdoba ni Belgrano son la medida exacta que nos permita comprobar en que momento futbolistico y anímico esta el equipo. Sin embargo nos vamos de la cancha con buenas sensaciones y eso es importante y para valorar. Ganando es la mejor forma de crecer, de corregir errores, de darle continuidad a las ideas y de generar confianza individual y colectiva.
Próximo paso: ganar, gustar y golear
Para eso sirven estos duelos ante rivales menores. Pará resolverlos con autoridad y no para dejar imágenes endebles que provoquen dudas. River tiene 6 puntos y 6 goles a favor en 2 partidos. Mejor inicio imposible. Gana y golea. Le falta gustar para cumplir con las 3 G que son religión sagrada en este Club. Debería ser el próximo paso. La meta a la que deberá apuntar Demichelis y sus jugadores. Ser ese equipo que despierta confianza tanto cuando ataca como cuando defiende. Mientras tanto los números cierran. Y eso siempre debe ser el primer ladrillo para empezar a construir esa campaña competitiva y positiva que todos deseamos.
La imponente racha en el Estadio Monumental
Y si de números hablamos es impactante lo del Estadio Monumental. Durante el Ciclo Demichelis se ha convertido en una fortaleza infranqueable. 34 partidos disputados, 29 victorias y solo 2 derrotas. 75 goles a favor y apenas 19 en contra. Impresionante lo que se genera cada vez que 88 mil almas riverplatenses se reúnen para apoyar y alentar al equipo. Nadie puede en Alcorta y Udaondo. Todos se van superados y derrotados. Únicamente Arsenal y Huracan pudieron ganar en esta cancha. Los demás tuvieron que arrodillarse ante el poderío millonario.
Boca, Independiente, Racing, Estudiantes, Vélez, Talleres, Rosario Central, Defensa, Argentinos Juniors y tantos otros se fueron frustrados y con las manos vacías. Fluminense, el Campeón de América, perdió y la pasó muy mal. Inter, Sporting Cristal, Nacional y Libertad son los otros equipos que a nivel internacional conocieron el poderío del Monumental.
Por eso es tan importante terminar como mejor primero en esta Copa Libertadores. Definir las instancias mano a mano de local puede ser una gran ventaja. La cancha de River además de tener un cesped que es un billar europeo también empuja a propios y condiciona a los rivales. En una semana River reunió 250 mil personas. Llegar a esa cantidad de espectadores a otros equipos les cuesta un semestre. En ningún otro escenario de Argentina y América concurre tanto público. Esto el técnico y los jugadores ya lo saben y lo hacen valer.
Más aplausos y reconocimiento para los intérpretes
Frente a Belgrano fue otra jornada de aplausos y reconocimiento para todos. La voz del estadio daba la formación y la aprobación se había sentir en cada tribuna. Mucho más cuando se nombró a Martín Demichelis. La gente decidió dejar atras algunos enojos momentáneos para sumar y contagiar esa energía positiva que puede generar cosas buenas para un momento que siempre pide exigencias pero también serenidad.
Porque hoy River pelea en todos los frentes. Porque el equipo quiere la Liga, la Copa Argentina y por supuesto la Copa Libertadores. Ese fue el canto principal del público durante todo el sábado. La gente no entonó el habitual “para ser campeón hoy hay que ganar”. El grito fue “Quiero la Libertadores…”. Está claro lo que se pretende y desea. Mientras tanto River va dando pasos pequeños pero firmes y sólidos hacia adelante. Demostrando que tiene con qué pelear adentro y tambien afuera de la cancha. Ahora hay que hacerse fuerte de visitante, porque de local está claro que solamente gana River.