Claudio Echeverri es un diamante en bruto que hay que llevar de a poco y pulirlo para que llegue con las herramientas necesarias a su debut en Primera. Hasta el momento mostró –tanto en la Reserva de River como en la Selección Argentina Sub 17– un talento impresionante y una personalidad interesante. Daniel Brizuela es su descubridor y en diálogo exclusivo con La página Millonaria habló de todo.
Daniel Brizuela contó una anécdota que pinta de cuerpo entero a Claudio Echeverri y su gran personalidad: “Cuando terminó la semana de prueba, un día me encaró enfrente del club y me dijo que amaba a River y al Monumental, pero si la mamá no estaba con él, se volvía a su casa. Me habló como un hombre, pero tenía 9 años. Me emocionó. Acá me di cuenta que además de talento, Claudio tenía una gran personalidad”.
Brizuela contó la locura de Echeverri por River: “El Diablito es fanático, enfermo de River. Estábamos hablando con los padres y él quería mostrar su cuarto. Pasamos por un pasillo, llegamos y la puerta ya era toda blanca con una banda roja cruzada. Abrimos y no lo podía creer, era un santuario de River. En las paredes estaba pintado el Monumental, la mesita de luz, todo era de River, banderas, la frazadita, toda su vida giraba en torno a River. Imaginate que River lo fue a buscar, lo que significaba eso para él. Sus padres sabían del sueño de Claudio, apoyaron todo, que pueda venir. Era solamente una situación que tenía que llegar”.
Brizuela pidió no apurarlo
“No hay que adelantarse a los procesos. Creo que Claudio es un futbolista totalmente diferente, pero hay que adaptarse a los desarrollos. Hay que tener en cuenta que él tuvo un desarrollo tardío, porque era chiquito de contextura física. Le costó cuando tuvo que pasar a Novena. Todas las personas no son iguales”, concluyó el descubridor del Diablito.