El Más Grande venció 2-1 a Belgrano, sumó 10 de los últimos 12 puntos en juego y comienza a ilusionarse con dar pelea hasta el final. Tuvo un buen segundo tiempo para doblegar a un rival tan duro como compacto.
Continúa sexto en la tabla de posiciones. No pudo escalar en esta fecha. Sin embargo, acumula su tercera victoria en las cuatro presentaciones recientes y pide pista para ser uno de los candidatos a la lucha por el título. La obligación histórica de River es tener protagonismo en cada torneo del que participa y, si bien campeón hay uno solo, debe estar en la conversación, imponer respeto, lograr la clasificación a una copa internacional, en este caso la próxima Libertadores.
Esta noche, en el Monumental, el Millonario se impuso 2-1 sobre Belgrano. Fue superior desde el juego, más allá de las diferentes dificultades, y también en cuanto a la mentalidad. Ésa es la enorme virtud de River, haber mostrado una convicción absoluta de que las tres unidades tendrían que quedarse sí o sí en Núñez. El triunfo se construyó por la perseverancia, la búsqueda constante, aun sin brillar ni nada por el estilo, pero con más argumentos que un rival bastante duro.
River fue de menor a mayor. Pasó de una etapa inicial irregular a un segundo tiempo de dominio claro, sostenido. Fue una misión complicada porque Belgrano dio batalla en cada sector, superó la línea de la pelota para cubrir los espacios, agruparse y obligar a que tanto los volantes como los delanteros del Más Grande resolvieran en pocos metros, sin demasiados huecos.
En ese contexto, lo mejor de la primera parte se vio en dos acciones que Iván Alonso ejecutó tras sendas asistencias de un Ariel Rojas clave. La primera fue un cabezazo desviado; la segunda, una atajada de Lucas Acosta. El Pirata exigió a través de pelotas paradas, la velocidad de Lucas Melano y un mano a mano que Augusto Batalla le tapó a Claudio Bieler. Sin embargo, el Millonario hizo un click durante el tramo final y lo sostuvo para ponerse en ventaja cuando iba menos de un minuto en el complemento.
Un centro de Rojas desde la izquierda halló una resolución de Sebastián Driussi, la pelota dio en el palo derecho y el rebote dio en Acosta para que el balón cruzara la línea y se transformara en el 1-0. River aceleró, aprovechó el golpe para asomarse al área con mayor frecuencia, aunque no pudo lastimar nuevamente y Belgrano respondió con un golazo. Cristian Lema remató una jugada colectiva de enorme nivel técnico, a puro toque corto, sin espacios. Aun así, el conjunto que dirige Marcelo Gallardo de ninguna manera bajó los brazos ni quedó noqueado.
Con Rojas enchufado y un medio campo que despierta mucho entusiasmo, River tuvo un circuito de juego fluido. Redujo al equipo cordobés -recién sobre la hora pudo apostar a una pelota parada, a diferencia del primer tiempo-, exhibió paciencia para abrir la cancha, profundizar o, de ser necesario, retroceder para limpiar el avance y hallar un panorama mejor. Semejante búsqueda encontró su premio cuando Gonzalo Martínez, tras un pase perfecto de Milton Casco, sacó un zurdazo rasante.
Los cambios sirvieron para que River pudiera reconstruirse físicamente, no perdiera intensidad e intentara mediante otras características. Podría haber ampliado la diferencia, pero el ingresado Tomás Andrade protagonizó una acción digna de los especiales de TyC Sports. Abastecido por el Pity en un contragolpe, tocó con el arco vacío. La pelota estaba a milímetros de entrar al arco, pero Acosta se repuso y, aprovechando el tiro débil, desvió la trayectoria. A pesar de eso, el Millonario ganó, sumó 10 de los últimos 12 puntos en juego y pide pista para pelear por el título.
+ PUNTAJES: Jugador x Jugador.
+ GOLES: Los tantos en el Monumental.
+ FOTOS: Las imágenes del partido.
+ POSICIONES: Así está el torneo.
+ FIXTURE: Lo que viene para La Banda.