El Millonario no ha tenido un buen desempeño en lo que va del semestre, pero aún queda la esperanza de que muchos jugadores recuperen el nivel para volver a enaltecer la camiseta en el torneo doméstico, y también lograr la clasificación a los octavos de final de la Libertadores.
Está claro que no es el River de 2015. Faltan piezas fundamentales de aquel equipo. Pero La Banda tiene material -y del bueno- para recuperar la identidad ganadora, ésa que hasta podía dar vuelta los resultados adversos en momentos de sufrimiento.
River sufrió decenas de lesiones que cumplicaron el armado del equipo titular.
El 2016 no ha comenzado de la mejor manera para el conjunto de Marcelo Gallardo. Sufrió decenas de lesiones que complicaron y mucho el armado del equipo titular. Y esto, claro está, es un fuerte dolor de cabeza para el cuerpo técnico que, semana a semana, debe lidiar con un nuevo problema.
En líneas generales, el equipo mantiene irregularidades en cada partido. Para colmo, hay quienes aún no lograron asentarse en el primer equipo y no están demostrando que pueden dar vuelta la historia. Tales son los casos de Milton Casco, Tabaré Viudez, Nicolás Bertolo, Gonzalo Martínez, Julio Chiarini, Sebastián Driussi e Ignacio Fernández.
River tiene los instrumentos necesarios para volver a ser.
Pero vuelta otra vez: River tiene los instrumentos necesarios para volver a ser. Y éste es el momento de cambiar el chip. El próximo miércoles, cuando el Millo se mida con The Strongest, estará la posibilidad de trepar a lo más alto del Grupo 1 de la Copa Libertadores. Y sí, con sacar tan sólo 6 puntos de los 9 en juego, al conjunto de Núñez le alcanzará para clasificar a los octavos de final.
Rosario Central le lleva 9 unidades al Millo, en la Zona 1, y restan siete fechas.
Distinto es el caso en el Torneo de Transición 2016. Casi no quedan posibilidades de pelear el certamen. Rosario Central le lleva 9 unidades, en la Zona 1, y restan siete fechas en las cuales jugará ante Sarmiento, Olimpo, Boca, Vélez, San Lorenzo, Gimnasia y Arsenal.
Sin embargo, esto no significa que El Más Grande deba resignar el campeonato local. No va con la historia de club y Andrés D’Alessandro bien lo sabe. “En el campeonato mientras tengamos chances, por respeto a la gente y la camiseta que llevamos, tenemos que pelear. Y en la Copa viene el miércoles una final y hay que jugarla como tal”, señaló tras la derrota, por 2-1, con Patronato.
Este grupo sabe que la actitud no se negocia, aunque cierto es que con ello no alcanza. Hay que recuperar la identidad. Es la hora de ser River.
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