La trayectoria y la carrera profesional de un jugador de fútbol es un sube y baja constante de emociones. La fama y el reconocimiento suele ser efímero o está atado a los resultados que el futbolista pueda conseguir en cada uno de los clubes en los que le toque jugar. Al fin y al cabo, los hinchas siempre van a recordar a aquel que los hizo felices dentro de la cancha, por su empatía y carisma, no tanto por los títulos o goles. En esa categoría entra tranquilamente Leonardo Pisculichi, quien hace minutos anunció su retiro del fútbol profesional a los 37 años de edad luego de jugar en el Burgos de España y ascenderlo a la segunda división.

Para anunciar la decisión, Piscu escribió un largo texto en su cuenta de Instagram en el que, además de agradecerle a los distintos actores que lo acompañaron durante su carrera (familia, técnicos, colaboradores, compañeros),le dedicó un espacio a River: “Le agradezco el apoyolos hinchas de cada club que me toco vestir su camiseta del cual espero y estoy seguro que me brinde al máximo. Agradecer a los hinchas del club River Plate portanto sentimiento y contarles que fueron 2 años increíbles de muchos logros, solo palabras de agradecimiento para ustedes. Traté de ser buena persona que es lo que me marca como soy, después pudehacerlo bien o mal y si así lo hice pido disculpas, pero siempre me entrenéal máximo por cada camiseta que defendi. Gracias! Empieza un nuevo camino” cerró el ex volante ofensivo del Millo.

Los números de Pisculichi en River

Piscu llegó a Nuñez como un desconocido que había hecho un muy buen torneo en Argentinos Juniors. Gallardo lo moldeó, el volante se adaptó al equipo y su zurda empezó a hablar por si sola en la cancha. En total, jugó 73 partidos, marcó 10 goles y dio 17 asistencias. ¿El más recordado? Aquel ante Boca por la Copa Sudamericana 2014, no solo porque fue ante el eterno rival, sino por la emoción que generó el festejo de todos los jugadores abrazándose con Gallardo -su madre había fallecido hace días-. En sus palmares quedan una Libertadores, una Sudamericana, una Recopa y una Suruga. ¡Gracias por la magia Piscu!