Con diferentes lesiones producidas casi al unísono, sanciones que apartan de los partidos a jugadores importantes y la escasa efectividad de quienes ingresan al equipo, la ofensiva de La Banda es el sector más averiado de un plantel que busca ganar en todos los frentes.
Sería casi utópico lograr que, en un plantel de fútbol profesional, a lo largo de una competencia oficial extensa como el presente campeonato argentino, no acontezcan infortunios de esa índole. Ni al más bohemio de este hermoso se le ocurriría semejante posibilidad. Enhorabuena si esto se hiciese realidad. Pero la cruda realidad es que las lesiones existen y, de vez en cuando, perjudican al equipo en el que irrumpen.
De todas formas, en River suceden cosas que, si bien no son imposibles, es muy complicado que ocurran. Es que la mayoría de los delanteros se encuentran lesionados, o han sufrido situaciones de este tipo en las últimas semanas. A saber: Rodrigo Mora aún no sabe cuando retornará a las canchas. Por su parte, Iván Alonso sufrió una molestia que le impide entrenarse con normalidad, y Sebastián Driussi padece una distensión que lo hará llegar con lo justo al partido frente a Racing.
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También, Marcelo Larrondo fue víctima de varios tropezones en cuanto a dolencias se refiere. Si bien ya está recuperado, la falta de ritmo futbolístico, ese que no pudo adquirir en las semanas de ausencia, se nota en cada pelota que toca. Es importante mencionar, ante el posible prejuicio que puede llegar a aflorar, que los jugadores son excelentemente entrenados por el preparador físico de River. Pero, lamentablemente, estas cosas pueden suceder.
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El caso es que, ya sea por la mala fortuna, o vaya a saber uno a qué atribuirlo, las circunstancias hicieron que el ataque de River, vaya paradoja, sea el más atacado del equipo. Es el lugar más adolorido del esquema de Napoleón. Más de un soldado ha tenido heridas, y algunos de ellos aún continúan sanando.
Como si fuera poco, quienes ingresan a apagar los incendios generados por las lesiones y las suspensiones (Lucas Alario, quien sumó cinco amarillas, no pudo estar ante San Lorenzo), no encuentran la manera de utilizar un matafuegos que cada vez tiene menos fechas de vigencia. Es que, por ejemplo, Carlos Auzqui, y el mismísimo Iván Alonso (quien se resintió de su lesión reemplazando a Driussi, ante el Ciclón) fueron responsables de situaciones claras de gol, que terminaron siendo malogradas.
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+ Mirá la jugada que tuvo a Iván Alonso como protagonista:
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La situación, si bien tiene varios focos desalentadores, encuentra una luz de esperanza. Es que, ante la Academia, el domingo 18/06, los mencionados Driussi y Alario podrán volver a formar la dupla titular que tantos goles convirtió a lo largo de la temporada. Si bien el Pipa tendrá pocos días para aclimatarse, teniendo en cuenta que volverá el jueves 15 de la gira con la Selección Argentina (otro ítem más a la larga lista de alicientes negativos que tiene la ofensiva Millonaria).
De todas maneras, el equipo de Gallardo sigue vivo. Con chances realmente rotundas. La Copa sigue dependiendo de La Banda y, si bien los destinos del campeonato local lo marcará el eterno rival, allí también hay serias posibilidades de alcanzar la gloria. Claro que, para ello, habrá un factor que deberá jugar a favor, y el mismo alude al bienestar de una zona que viene siendo castigada respecto a las lesiones y suspensiones: el ataque. Sí, como dijimos anteriormente, el más atacado.
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