Antonio Briseño actualmente defiende los colores de Chivas de Guadalajara, pero a mediados del 2015 formaba parte de Tigres de Monterrey, ni más ni menos que el rival de River en la final de la Libertadores de aquel añodisputada el 5 de agosto. Aquella noche en el Monumentalel marcador central estuvo en el banco de suplentes, y describió sus sensaciones respecto a lo que fue el recibimiento a River esa noche lluviosa.
“Fueron muy vivos los de River. Recuerdo que salimos al campo de juego y nos dejaron como cinco minutos ahí para que nos cantaran. Es algo que nunca lo había vivido, si eras jugador de River no había manera de que no te prendas. Yo decía: ‘no ¿qué es esto?’, y eso que estaba en la banca. Me daba ganas de entrar hasta a mí que era del otro equipo. Ni en el Estadio Azteca vi que todos canten así una canción al mismo tiempo”, señaló el Pollo en diálogo con Nacho Rivarola.
Además el futbolista de 26 años dejó bien en claro que no se arrepiente que Tigres haya sido el equipo que permitió en aquella copa el acceso de River a octavos de final, dejándolo con vida al equipo de Marcelo Gallardo. “No cambiaría haberle ganado a Juan Aurich y dejar afuera a River en grupos. Lo que aprendí, lo que sentí y viví en esa final no lo repites nunca. No hubiese sido lo mismo. Eso es lo bonito del fútbol. Recuerdo que llegamos a México y era muy bueno ver en la tele a pantalla dividida como festejaba la gente de River cuando hacíamos goles. Dependiendo de nosotros les dimos vida y nos sacaron en la final”, cerró.