El 8 de octubre de 2012 la Ciudad de Buenos Aires se pintó de blanco y rojo, decenas de miles de fanáticos del Más Grande se movilizaron por kilómetros e hicieron una fiesta inolvidable. Aquella jornada no se jugó ningún partido y River no dio ninguna vuelta olímpica, el motivo de tal muestra de amor fue celebrar el ser hinchas del club más grande del continente con la bandera más larga del mundo.
Durante meses muchas agrupaciones se juntaron para conseguir hacer la bandera más larga del mundo y en todo ese tiempo los mismos hinchas fueron los que donaron metros de tela blanca y roja para lograrlo, es decir que el mérito fue de todos los hinchas y que fue necesaria la organización por parte de las agrupaciones que desinteresadamente destinaron su tiempo para conseguir un hecho histórico.
Tal esfuerzo tuvo su recompensa ya que la bandera llegó a medir 7.892 metros –una completa barbaridad- y el libro Guinness la ratificó como la bandera más larga del mundo. Aquella fue una jornada de fiesta en un momento complicado del club, hacía pocos meses se había conseguido el ascenso y el andar del equipo no era el ideal, pero el amor por los colores siempre puede más.
¿Cómo fue el recorrido?
La caravana, con más de 100 mil personas, salió desde Figueroa Alcorta y Tagle –donde estaba la vieja cancha de River- y mientras se trasladaba la bandera extendida y los hinchas cantaban, de a poco fueron llegando hasta el Monumental. En principio la dirigencia –comandada por Passarella– no quería saber nada con abrir las puertas del estadio, es que se creían los dueños del club.
Pero luego de la firma de las agrupaciones, en las que se comprometían a hacerse cargo de la seguridad, el Monumental se abrió y las tribunas se llenaron. La bandera más larga del mundo es una de las muestras de amor más grande hacia el club en la historia y por eso este acontecimiento será recordado de por vida.