La importante victoria frente a San Martín de San Juan por 2 a 0 le pone punto final a un mes de agosto donde River consiguió todos sus objetivos deportivos, aunque seguramente no de la manera que imaginaba y deseaba. Finalizó un mes que tenía muchas barreras por superar y lo hizo. Donde habia exámenes que rendir y obtuvo un aprobado grande en resultados pero no asi en la materia rendimientos y funcionamiento. Ganó en el torneo y clasificó en las copas, pero la realidad indica que todavia sigue sin convencer ni llegar al nivel que pretendemos.

Más resultados que funcionamiento

El partido de ayer es un poco eso. Una muestra mas que estamos mejor de puntos que de juego. Que pueden cerrar los números pero no así el nivel alcanzado. River obtuvo los resultados que necesitaba sin lograr jugar bien. Algunos tramos o ratitos en los que parece que puede arrancar, pero se queda en amagues. No hay un solo partido completo que una vez finalizado nos permita decir: “Hoy ganamos como nos gusta a nosotros”. Esto nunca sucedió en las últimas semanas. No estamos empapados de fútbol ni presenciamos actuaciones sobresalientes que nos den esa satisfacción que solamente sentimos cuando el fútbol de River nos enamora. Por supuesto que hemos festejado las clasificaciones en Copa Libertadores y Copa Argentina pero fueron mas un desahogo por el sufrimiento contenido durante 90 minutos, que por el placer de ver un equipo sólido y convincente. Se avanza aún jugando mal y quizás esa sea la mejor noticia a la cual aferrarnos en esta época flaca de fútbol.

River venció a San Martín SJ sin mostrar un gran funcimiento y sigue vivo en todos los frentes.

No voy a caer en el facilismo de afirmar que si jugando mal seguimos adelante, lo que va a ser el día que juguemos bien. Frase muy común y escuchada en estos dias a la que no me subo, sencillamente porque hasta ahora yo no tengo tan claro cuanto mas puede jugar este equipo. Y en caso de poder, la duda pasa por saber cuanto tiempo mas le llevaría hacerlo. Tambien es válido reflexionar sobre si lo que vemos es el techo de algunos futbolistas o si en otros el bajón será constante. Preguntarnos si la manera elegida de encarar todos los partidos favorece o perjudica el rendimiento individual de los futbolistas que no levantan. Son contados con los dedos de una mano aquellos que están con la flecha para arriba y destacandose positivamente. En Franco Armani y Maximiliano Salas ya tenemos dos. Podemos sumar a Seba Driussi y Marcos Acuña y a la mano todavía le sobra un dedo que se lo podrian disputar Gonzalo Montiel, Nacho Fernandez y Juan Fernando Quintero por apariciones y chispazos pero no por rendimientos sostenidos. El Facundo Colidio de otro momento podria ingresar pero hoy esta bajo y debe levantar. Algo similar pasa con Paulo Diaz y Enzo Perez, aún aportando su habituales presencias y liderazgos. Los pibes se pueden mencionar con Santiago Lencina y Lautaro Rivero como buenas referencias pero primero deben ganarse un puesto y consolidarse en la formación titular. Si repasamos ya jugaron todos. Algunos con mas minutos y otros con menos pero todos tuvieron sus chances. La irregularidad mencionada de los rendimientos individuales provoca que aún estando metidos en los cuartos de final de las dos copas y con siete fechas ya disputadas en el campeonato no tengamos claro cual es el equipo ideal.

Ganó sin que le sobre nada

Frente a San Martín se ganó bien pero no le sobró nada. Fue contundente en ataque y frágil en defensa. Otra vez le costó hacerse fuerte en mitad de cancha, tanto con la pelota como sin ella. No había generacion de juego ni tampoco interrupciones cuando el rival avanzaba. Le llegaron con cierta facilidad replicando situaciones similares de otros partidos. Se decide defender con poca gente y en espacios amplios. Es una idea común en la historia de River pero para que sea efectiva es importante que los defensores ganen sus duelos individuales y el equipo retroceda rápido en bloque para nunca quedar mal parado. Estos errores se repiten con frecuencia. Con Libertad y Unión nos asustamos un par de veces. Con Lanus lo pagamos con un gol en tiempo cumplido. Godoy Cruz nos convirtió 2 goles y con San Martín pudimos pasarla peor si tuviese un poco mas de jerarquia ofensiva. Un panorama que no vamos a encontrar cuando enfrentemos a rivales de la talla de Palmeiras en Libertadores o Racing en Copa Argentina. Estas falencias deberán solucionarse rápidamente para que el futuro de River en estas competencias no encuentre un desenlace no deseado.

Marcelo Gallardo siempre habla de la importancia del trabajo y ahora va a tener un periodo de 13 días para laburar y seguir construyendo el equipo que pretende. Es cierto que faltarán jugadores afectados a las distintas selecciones pero igual esta etapa sin competencia es ideal para revisar, analizar y mejorar lo que se hizo hasta ahora. Es fundamental que el diagnostico que haga de los problemas del equipo sea preciso y la solución efectiva. Nadie mejor que él para desenpolvar viejos libros de estrategia y reeditarlos en los próximos duelos coperos donde quizas haya que recurrir a otras maneras de jugar. Si el DT se parece al que supo ser corremos con ventaja. Su lucidez futbolistica siempre representó un sello distintivo en cada planteo y su poder de convicción fue un plus para los jugadores en el momento de ejecutar y adoptar una idea. Es necesario que aparezca todo eso cuanto antes. O al menos algo de aquello que supimos ser de la mano del Muñeco. Entramos en épocas de definiciones y hay que ser competitivos. La punta y las clasificaciones se valoran pero hace falta mas. El camino recorrido hasta ahora fue positivo pero no alcanza. River deberá jugar mejor si pretende llegar a octubre con los objetivos deportivos intactos como llegó a septiembre.