River jugó un verdadero partidazo contra Fluminense por la Copa Libertadores y le ganó muy bien por 2 a 0 en lo que fue una verdadera batalla futbolística. El equipo de Martín Demichelis hizo un desgaste impresionante durante todo el primer tiempo y los primeros minutos del complemento, ya después del primer gol comenzó la merma física y se resistió a base de sacrificio e inteligencia.
Uno de los protagonistas de la noche fue Felipe Melo, el futbolista que actualmente se desempeña como marcador central no tuvo una buena noche en cuanto a lo futbolístico y mucho menos en lo que respecta a la conducta, algo habitual en él. Desde hace tiempo que quien supo ser un muy buen jugador, solamente trasciende por declaraciones desafortunadas o por gestos inapropiados y este miércoles en el Monumental lo volvió a demostrar.
Ya hizo papelones en el primer tiempo cuando le ganó un duelo a Nicolás De La Cruz y le gritó en la cara como si fuese un nene de una escuelita de fútbol al que todavía le tienen que enseñar cómo hay que comportarse con el rival. Tras la derrota de su equipo -que vino a defenderse a Núñez- se retiró del Monumental haciendo el clásico gesto de la gallina, buscando ofender a los hinchas que en ese momento estaban disfrutando la muy buena victoria sobre su equipo que no hace pie y en los últimos partidos cosechó más derrotas que otra cosa.
La palabra de Felipe Melo en conferencia de prensa
“Especial es jugar contra Boca y no contra River, que es un partido más para mí”, dijo el ex futbolista de la Selección de Brasil que tuvo una buena trayectoria en el fútbol europeo, pero que hace algunos años solamente se destaca por su brutalidad a la hora de pegar patadas y a las provocaciones extra futbolísticas. Además, completó: “En los dos partidos River pegó patadas y no cobró nada el árbitro. Es muy difícil cuando jugás contra equipos así y que te cobren nada”.