Se la crearon y se la creyeron. La diseñaron a la perfección y le metieron dentro todas esas mentiras que eligen creer para no afrontar la realidad. Sufren. Se refugian en ese mundo que armaron para no estar tan frágiles, para no quedar expuestos a la inevitable verdad que los rodea.

Y dentro de ese mundo de mentiras está por ejemplo que la otra vez River no ganó en Porto Alegre. El gol de Borré fue con la mano, es más, fue una dedicatoria al gol de Maradona a los ingleses. Y el penal a Scocco fue inventado. No ganó River, ganó por el VAR. Ese VAR que nunca pidió, pero igual.

Lo mismo ocurre cuando nos remitimos al partido por Copa Libertadores en 2015. Sí, el partido en el que tiraron gas pimienta a los jugadores de River cuando se iba a jugar el segundo tiempo. Ellos querían jugar, te dicen. River abandonó. River con D’Onofrio y la CONMEBOL arreglaron todo. No le respetan la palabra ni a su máximo ídolo cuando dijo ‘Yo no me como el verso del escritorio. Boca no pateó al arco en 45 minutos’. Te niegan en la cara que haya sido así. Te dicen que Ponzio se reía, que era todo un acting de River para no jugar. River malo.

Y en el partido por la Supercopa en Mendoza se repite la situación. No fue penal. Jugaron para River, no para la ley. River otra vez no ganó. Lo hicieron ganar. De hecho River nunca gana, es todo una mentira de los medios, de la gente. Eso nunca pasó.

River tampoco le ganó a Independiente. No le metió tres goles a un equipo que vino a hacer tiempo al Monumental con jugadores que se tiraban al piso cada diez minutos pero que mágicamente sobre el final se recuperaron y corrían como gacelas. También es mentira. No ganó, lo ayudaron.

River no ganó dos veces seguidas la Copa Argentina, no jugó contra nadie. Es una falacia. Es más, River se fue a la B y todavía no volvió. Marcelo Gallardo es una mentira, no existe. Es un inútil agrandado por los medios de comunicación y por la gente. Es un verso lo de las finales jugadas, es un verso haberles ganado dos veces en seis meses.

River no es finalista de la Copa Libertadores. River juega mal, no tiene equipo. Gallardo plantea mal los partidos. Están quebrados anímicamente, los jugadores se odian entre ellos. River no tiene carácter.

Son negadores crónicos de la realidad. Viven ahí, en esa burbuja que los protege de sus propios pensamientos. No quieren ver, como quien mira una película de terror y se tapa los ojos en las peores partes. Y además son todos, hinchas, jugadores y cuerpo técnico. Incluso muchos periodistas. Todos se metieron en el mismo lugar para poder subsistir.

No me atrevería nunca a ser consejera psicológica de otros hinchas ni de otros equipos. Aunque quizás el mayor problema radique ahí, en negar el problema, en hacer de cuenta que no existe. En seguir creyendo lo que se inventaron y no hacer una autocrítica.

Sígannos cargando con la B, se estaquearon ahí. Es la única soga de la que se están agarrando hace años para no caer. Es lo único que les queda. Hace varios años que el ‘equipito de la b’ los viene pasando por encima en las competencias más importantes.

Sí, River ganó. River dio vuelta la serie a pesar de que ya lo habían dado por perdido. Sí, River es finalista de la Copa Libertadores. Les guste o no les guste. River va a jugar la final número 12 de la Era Gallardo. ‘Es hora de levantarse, querido ¿dormiste bien?’.