Finalizó una nueva pretemporada. La etapa de preparación más importante del año según los entrenadores, profes y jugadores. Tantas veces se dice que a tal jugador “le hace falta una buena pretemporada”. O se escuchó la frase “necesitamos hacer una pretemporada fuerte para ponernos a tono en lo físico y lo futbolístico”. Bueno. Esa etapa concluyó este 20 de enero con la victoria de River por 1 a 0 sobre Pachuca.
Hablar del partido no es sencillo. Nunca está claro qué tanto se puede exigir y hasta donde pretender observar en cuanto a rendimientos individuales y funcionamientos colectivos. ¿Qué tan duros están los jugadores por los intensos entrenamientos realizados? ¿Se arriesga y deja todo en un amistoso o inconscientemente existe un cuidado? ¿Cuánto afectan a la seriedad del partido los infinitos cambios que realizan los entrenadores en el segundo tiempo? ¿Incide el clima, el estado del campo de juego y la ausencia del público en las tribunas a la hora de encontrar motivación para jugar este tipo de partidos?
Por todo esto son relativos los análisis y las conclusiones que se pueden sacar. Nada de lo que se piensa puede ser absoluto. Hay que ser cautos y medidos para dictar sentencia en esta época del año. Tanto para lo bueno como para lo malo. Es lógico coincidir en que no gustó lo que se ha visto de River pero habrá que ser pacientes antes de afirmar y dar como un hecho nuestro punto de vista.
¿Cómo jugó River frente a Pachuca?
Si se puede marcar que el funcionamiento colectivo del equipo en los amistosos fue discreto. Que no se vieron pasajes futbolísticos en los partidos que despierten entusiasmo. Con Pachuca el equipo no tuvo una actuación acorde a lo que se le pide. Sin conexión ni juego le costó manejar la pelota y generar situaciones de peligro. El gol viene de una mala respuesta defensiva del conjunto mexicano a un pelotazo largo sin destino que Borja con su oficio y efectividad de goleador supo sacar provecho. Faltó elaboración. Ni Fernandez ni Lanzini pudieron darle juego al equipo. Se los vio más participativos pero sin lograr influir en el trámite ofensivo.
Solo Barco con su gambeta mostró algo diferente. Si lo de Colidio había sido bueno contra Monterrey frente a Pachuca jugó un partido para el olvido. Algo parecido con Herrera. Tras positivos 45 minutos, con gol incluido, frente a los Rayados volvió a tener otro de esos partidos donde marca mal y ataca sin criterio. Kranevitter cumplió, especialmente cuando tuvo a Aliendro al lado.
Los centrales estuvieron correctos más allá de algún error puntual. Enzo Diaz es el 3. Hay pibes interesantes abajo para empezar a darle rodaje. Sumó minutos David Martinez en su búsqueda de ser el del 2021 y no el de los últimos 2 años. Fonseca no destacó alguna virtud saliente y habra que esperarlo. Es un poco el resumen a nivel individual de estos 180 minutos de fútbol. Sin dudas el punto más alto fue Franco Armani. Clave y determinante en su rendimiento para mantener su arco en cero. El rendimiento del 1 es una buena noticia para River.
¿Con qué conclusiones se va Demichelis?
Solo Demichelis sabe con qué sensaciones reales e internas se vuelve para Argentina. Si en las charlas que sostiene con Pinola, Lux o el Profe Perez coinciden en el diagnóstico sobre esta etapa en Estados Unidos. Si logró darle al plantel esa base física necesaria para encarar el primer semestre o el clima polar con el que tuvo que convivir River durante estos días condicionó y jugó en contra. Si el sistema que se vio de 4-3-1-2 convenció y arrancará el torneo o solo fue un ensayo de pretemporada que no tuvo éxito y la idea es volver a los cinco volantes. Si fue buena idea permitir que Echeverri esté con Mascherano y no trabajando con él. Si Solari y Boselli aun sin pretemporada se ganan un lugar o correrán muy atrás. Si la grata aparición de Mastantuono le permitirá pelear por un lugar aún con sus 16 años. Si está conforme con la cantidad y calidad de jugadores que tiene o va a pedir refuerzos.
Refuerzos que se hacen desear
Es casi unánime el pensamiento del Mundo River sobre la necesidad de incorporaciones. Y no es por falta de futbolistas. River tiene dos y hasta tres jugadores por puesto. La cantidad está bien. Donde se pone el ojo es en la calidad. Se empieza a mirar con desconfianza a ciertos apellidos destinados a ser quienes den el salto de jerarquía y que todavía no pudieron. Un 4, un 5 y un 9 son los puestos a reforzar, aunque las lesion de el Pity podría ampliar la lista. Queda solo una semana para el debut oficial. Será en casa. No habrá frío polar, ni campo en mal estado ni tribunas vacías. El Monumental estará fantástico, con 88 mil personas enfocadas en alentar y esperando ver un equipo que los represente. La cita es el 28 de enero frente a Argentinos Juniors. Ese día se juega por los puntos y no se puede defraudar.
