El amistoso frenfe a Pachuca en el Toyota Stadium dejó varios signos de preocupación. Más allá de la victoria por la mínima gracias al tanto de Miguel Ángel Borja, River estuvo lejos de su mejor producción futbolística. Para colmo, terminó el amistoso internacional con algunos jugadores averiados.
Manu Lanzini no salió a jugar el segundo tiempo por un fuerte golpe en el posterior de la pierna derecha. Salió visiblemente dolorido, acompañado por uno de los médicos del plantel profeisonal. Pero no fue el único que se retiró rumbo al vestuario con un gesto adusto y muestras de que lo suyo es algo más que un golpe.
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Sobre el final del partido, el juvenil Tobías Leiva ingresó para tener algo de rodaje y sumar minutos en cancha. Cuando faltaba muy poco para el pitazo final, recibió un fuerte golpe que lo tuvo durante un rato inmovilizado en el piso. Cuando se recompuso, le protestó al juez porque ni siquiera había cobrada falta. Sin embargo, la imagen más preocupante se vio segundos después.
Cuando se retiraba de la cancha, con un aplique de hielo en la rodilla, el primer plano de la TV enfocó a Tobías Leiva con lágrimas en los ojos. El mediocampista juvenil se retiró al vestuario visiblemente dolorido, con dificultades para pisar con normalidad. No aguantó la angustia y estalló en llanto. Una imagen que agregó todavía más preocupación.
¿Cuál es el primer diagnóstico de la lesión de Tobías Leiva?
Si bien todavía no hay un parte oficial, desde el cuerpo técnico de River adelantaron que lo que sufrió Tobías Leiva es un fuerte traumatismo en la rodilla derecha. Por el momento, no es más que un golpe. Esperarán que se desinflame la zona para ver cómo evoluciona. Entre domingo y lunes le realizarán una resonancia para determinar si existe alguna lesión.