El nivel arbitral en el fútbol argentino deja mucho que desear. Lamentablemente el VAR, que supuestamente llegaba para disminuir la cantidad de errores, cada vez expone más a los árbitros que pareciera que dejan de cobrar sabiendo que tienen la herramienta del VAR para resolver luego. Pero en infinidad de casos desde la cabina del VAR se cometen errores groseros que deja al descubierto el flojo rendimiento de quienes son los encargados de impartir justicia.

Otra de las cuestiones a revisar a futuro en el VAR es la cantidad de tiempo que se pierde en revisar una jugada y un claro ejemplo sucedió el pasado jueves cuando River enfrentó a Atlético Tucumán en el Monumental por la quinta fecha de la Zona A de la Copa de la Liga. En la última jugada del primer tiempo, Paulo Díaz convirtió un muy lindo gol, pero luego de varios minutos de revisión, el VAR lo anuló por una posición adelantada.

La realidad es que cuando parte la pelota del pie del jugador de River, Díaz estaba adelantado un paso, pero un detalle para nada menor es que Bianchi -defensor del Decano- toca la pelota y ahí entra en juego el criterio arbitral. Por eso, el juez fue a ver la jugada al VAR y determinó que el pase del jugador de Atlético Tucumán no fue deliberado, algo que claramente no es así ya que su intención fue despejar y no pudo hacerlo. Ahora bien, la regla 11 sobre el fuera de juego explica en detalle qué se debe hacer en esta situación.

Qué dice la regla 11 sobre el fuera de juego

Se considerará que un jugador en posición de fuera de juego no ha sacado ventaja de dicha posición cuando reciba el balón de un adversario que juega voluntariamente el balón, incluida la mano voluntaria, a menos que se trate de una salvada por parte de un adversario.

Jugar voluntariamente el balón (excluida la mano voluntaria) implica que el jugador tiene la posibilidad de controlarlo y pasar a un compañero, recuperar la posesión o despejar, ya sea con el pie o la cabeza.

El hecho de que el pase, el intento de recuperar la posesión o el despeje del jugador sea impreciso o no logre su objetivo no invalida la voluntariedad de la acción.

Los siguientes criterios se deben emplear, como corresponda, como indicadores de que el jugador tiene la posibilidad de controlar el balón y, por consiguiente, la acción es voluntaria.

El balón llega desde lejos y el jugador lo ve claramente; el balón no se mueve a gran velocidad; se puede prever la trayectoria del balón; el jugador tiene tiempo para coordinar sus movimientos, es decir, no realiza una acción como un salto, extensión de las extremidades o movimiento instintivo con el que consigue un ligero contacto o control; y es más fácil jugar un balón que está sobre el terreno de juego que cuando está en el aire.

La palabra de Demichelis al respecto

El entrenador de River dialogó con ESPN y al ser consultado por la jugada del gol anulado a Paulo Díaz dijo: “Me dio una explicación, hay un reglamento nuevo, un cambio en la regla. Ojalá lo puedan explicar algunos de los árbitros para que la gente lo entienda porque solo nos quedamos con la explicación nosotros, los que estamos ahí”.