Ni de cerca fue la figura en la goleada ante Vélez ni tampoco integra un podio de los mejores de anoche, pero Nicolás Fonseca volvió a redondear un partido correcto con el Manto Sagrado. Fue su tercer encuentro oficial (todos como titular) y el mediocampista, después de un inicio dubitativo con algunos pases errados, se acomodó.
Lógicamente que los flashes se los terminan llevando Barco, Colidio, Borja y compañía, pero el uruguayo muy de a poco comienza a dejar algunos destellos del talento que lo trajo hasta Nuñez. Tuvo algunas pérdidas en el arranque del partido, pero luego se repuso de ese inicio algo errático, acumuló varias recuperaciones y terminó soltándose.
De hecho, el cuarto gol nació de una recuperación del número 4: se la robó a Aquino de espaldas, inició la jugada de ataque y Colidio terminó marcando en el área. Como el festejo de sus compañeros le había quedado muy lejos, Fonseca festejó solo en la mitad de la cancha abriendo los brazos y corriendo en círculos.