La de River contra Flumiense no fue una derrota más, esta es una de las que duele y hace que haya que analizarla en detalle para nunca más volver a repetir una actuación así. El rendimiento de muchos jugadores, los cambios y el esquema elegido para jugar la última media hora fueron los principals factores para que River se traiga a Buenos Aires la peor derrota de la historia en la Copa Libertadores.
En la previa del partido se focalizó en Esteban Ostojich, el árbitro uruguayo que tenía un antecedente muy malo con River -la semifinal de la Libertadores 2020 ante Palmeiras- y lamentablemente el pronóstico se terminó confirmando. Esteban Ostojich tuvo una actuación nefasta y lamentablemente fue quien empezó a romper el partido: permitió pegar demasiado, amonestó muy poco por entradas fuertes y condicionó a Enzo Pérez y Leandro González Pirez, quien infantilmente se ganó una amarilla por protestar.
Pero caerle solamente al árbitro -que no expulsó a Felipe Melo después de una entrada criminal y sí lo hizo con González Pirez por apoyar el brazo en la cara del rival- sería quedarse con uno solo de los factores que explican la durísima derrota de River en el Maracaná ante Fluminense por 5 a 1.
Martín Demichelis merece un capítulo aparte en esta historia. La realidad es que Micho tomó las riendas del equipo hace relativamente poco y le tocó reemplazar al entrenador más ganador de la historia de River. En un comienzo el funcionamiento del equipo lejos estaba de ser el ideal pero los resultados acompañaba. Luego encontró un funcionamiento casi perfecito y mantuvo los resultados, al menos en el torneo local.
Partiendo de la base que hasta el momento el trabajo de Martín Demichelis es muy bueno, ya que además de haber encontrado el rendimiento en la mayoría de los partidos, también potenció a futbolistas como Esequiel Barco, José Paradela y Lucas Beltrán. Pero por otro lado hay que focalizar en sus errores en Brasil ante Fluminense.
Obviamente que Martín Demichelis no tiene la culpa de los errores técnicos o desatenciones de los defensores -como por ejemplo los de Herrera, Casco y Rojas- pero sí falló en la lectura del partido y eso quedó demostrado por completo cuando a los 17 minutos del Segundo tiempo -con el resultado 2 a 1 en contra- decide sacar a Nicolás De La Cruz y Emanuel Mammana para poner a Solari y Paradela.
Con esos cambios, el equipo quedó con una línea de tres sumamente endeble ya que Herrera no se caracteriza por ser bueno en la marca, González Pirez estaba amonestado y Casco es un lateral clásico. Micho explicó que quiso que Solari y Paradela den una mano como una especie de laterals pero Solari es más un extremo que un lateral como podría serlo Simón. Paradela no tiene prácticamente nociones de marca, es un futbolista creative que se desempeña de mejor manera jugando suelto.
Los errores fueron muchos y costaron caro. Ahora llega la mejor oportunidad de todas para dar vuelta la página y es el superclásico del próximo domingo en el Monumental. El equipo de Martín Demichelis tiene que ganar motivación en estos días y darle una alegría a los hinchas ante el rival de toda la vida y así seguir por su buen camino en la Liga Profesional. En la Copa Libertadores tendrá que ser mucho más inteligente y entender que este certamen se juega diferente al doméstico, todavía tiene la chance de recomponerse de esta dura derrota y sacar a relucir su jerarquía.
¿Qué dijo Demichelis sobre los cambios y el esquema?
“Nos hacen el segundo gol cuando mejor estábamos, continuamos mejor después del gol. Con la expulsión de Leandro se nos hizo difícil contrarrestar a este equipo. Me hago cargo de los cambios, fue para para defender con seis. Me decidí por Emanuel porque lo esperamos hasta la entrada en calor. Sabía que estaba amonestado Leandro, pero lo viene haciendo muy bien. Después de la expulsión se descompensó todo”, analizó el DT en conferencia de prensa.
Luego explicó por qué realizó los cambios que modificaron el esquema en el segundo tiempo: “En esa línea de tres teníamos a Pablo Solari y a Paradela por afuera, queríamos terminar con línea de cinco. Cuando los metimos a ellos era para igualar el partido desde el resultado”.
“Los cambios de Paradela y Solari los íbamos a hacer en el entretiempo, nos quedaba la línea de cuatro contra dos. En vez de perder dos quería perder uno y presionar con seis. No era plata o mierda. A veces sale y otras no sale. Estando 2 a 1 encontrábamos esos pases para adelante”, concluyó Micho.