El encuentro que protagonizaron este mediodía Manchester City y Chelsea venía acompañado desde la previa con varios condimentos interesantes. El primero de ellos es que el equipo de Pep Guardiola ya se había coronado campeón de la Premier League, sin jugar, debido a la derrota del Arsenal en la jornada del sábado. Se esperaba un clima de fiesta ya desde el vamos. Pero había más: Julián Álvarez y Enzo Fernández, los dos cracks nacidos de las inferiores de River, iban a verse las caras nuevamente. Esta vez enfrentados y defendiendo distintos colores.

El primer cruce se produjo antes del inicio del partido, cuando Chelsea cumplió con una vieja tradición del fútbol inglés: recibir con un pasillo y aplausos al equipo campeón. Fue ahí cuando Enzo y Julián cruzaron las primeras miradas y una sonrisa cómplice que se repetiría luego del partido. Claro que en el medio sucedieron cosas.

El encuentro se jugó a cara de perro, más allá que no había un título en juego. Por un lado, porque Chelsea no quería ser el partenaire de la fiesta. Y por otro, porque el City le querían regalar un triunfo a su gente en el día de la consagración. Finalmente, salió todo a pedir de los Ciudadanos: a los 12 minutos de juego Julián Álvarez contó con la primera situación de gol tras un gran pase de Cole Palmer. El ex delantero de River volvió a demostrar que está en un momento inmejorable y no defraudó: sacó un remate cruzado, inatajable para el arquero del Chelsea.

Sí, tal como sucedió hace unos días atrás contra el Real Madrid por las semifinales de la Champions League, la Araña necesitó muy pocos minutos para concretar y darle el triunfo al City. Por su parte, Enzo Fernández fue una de las pocas armas que tuvo el Chelsea para filtrar alguna nota de gol y generarle algo de inquietud al equipo de Pep. Fue amonestado a los 20 minutos.

El 1-0 se mantuvo hasta el pitazo final y el triunfo del City fue meramente anecdótico. Lo que todos estaban esperando era el cruce entre Enzo y Julián, que debido a la invasión de cancha por parte de los hinchas del City debió trasladarse a la zona de vestuarios. Una cámara de la transmisión capturó ese momento íntimo, en el que se saludaron, intercambiaron bromas, alguna sonrisa y un abrazo que enloqueció a los hinchas de River.