No fue la noche de River. Hizo casi todo para ganarlo, pero también pudo perderlo. Fue un partido no apto para cardíacos. Y de estar prácticamente con un pie afuera del certamen, revivió en los minutos finales gracias al gol agónico de Rodrigo Aliendro, que todavía le da una carta más al equipo de Martín Demichelis para seguir creyendo.
Luego de la igualdad ante Sporting Cristal en Perú, Esequiel Barco fue sincero y no le escapó a la autocrítica y lamentó la chance de gol que desperdició en la primera etapa, que pudo significar el 1-0 para el Millonario: “Era para pegarle más despacio. Me arrepentí, lo quise matar al arquero. Esto sigue, a pensar en el torneo. Tenemos que seguir mejorando, River exige y vamos a dar pelea hasta el final”, explicó el mediapunta del Más Grande.
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Más allá de su error en la definición, el Millonario generó muchísimo y falló mucho en la resolución de casi todas las jugadas. Hasta desperdició un penal sobre el final del encuentro. Una cuestión a mejorar de cara a lo que viene: “Los errores suelen cobrarse caros pero seguimos insistiendo y pudimos conseguir el gol. Nos vamos con un sabor amargo, lo queríamos ganar”, manifestó.
Para finalizar, destacó la búsqueda del equipo de Martín Demichelis, que dominó y empujó al elenco peruano a jugar casi dentro de su propia área: “Nos está costando, ellos tambien se replegaron y se meten atrás, es difícil entrarle a esa línea de cinco. Dominamos todo el partido y no fue el resultado que queríamos”, concluyó.