Transcurridas ocho fechas del torneo local deberíamos estar satisfechos al ver a un River protagonista, que lidera la Copa de la Liga y que desplega un buen juego, sea cual sea el rival. Y ansiosos por el sorteo de la Copa Libertadores. Pero nada de eso, sino todo lo contrario: el hincha sufre el presente irregular de un equipo que repite fecha tras fecha los mismos errores y no muestra signos de mejoría en algunos aspectos tácticos.
Si bien las culpas son compartidas entre jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, quien está en el ojo de la tormenta es Martín Demichelis, el técnico de River. Son varios los motivos que generan enojo en los hinchas y que se dispararon después del empate 2-2 ante Talleres después de que el Millonario iba ganando 2-0.
¿Qué le molesta al hincha de River sobre Demichelis?
En primer lugar, la crítica hacia el conductor del barco riverplatense versión 2024 tiene que ver con la elección de apellidos a la hora de armar el once inicial. Con no darle rodaje a un mismo equipo que pueda ensamblarse y volverse confiable de cara a la Copa Libertadores, el anhelo de todos los hinchas desde 2018.
Primero Herrera, después Sant’anna, a veces Fonseca, en otras Villagra, de arranque Echeverri, al banco el siguiente fin de semana, Colidio de indiscutido a suplente. Cambios de una fecha a otra y malas lecturas de los partidos (como el mediocampo desguarnecido en el superclásico que terminó en el empate de Boca).
A eso se le suma la titularidad (para muchos inentendible) de Nacho Fernández. No se trata de caerle a un solo jugador porque sí, pero hasta ahora el 26 no mostró el nivel que se espera de él y aún así sigue teniendo chances como titular cuando directamente no da la talla, salvo en el partido con Vélez.
En segundo lugar (y un error que se mantiene desde 2023) aparecen los cambios. Modificaciones tardías y a veces inexplicables durante los segundos tiempos de los partidos, en específico ante Talleres. Al equipo se lo notaba cansado hacía varios minutos y los ajustes llegaron muy tarde. Y no es la primera vez que pasa.
En tercer lugar (y algo no menor) es la mochila que carga desde el año pasado por haber postergado a los juveniles. Los Mastantuono, Echeverri y Ruberto que en este semestre parecen estar asentados en el plantel profesional, ni siquiera tuvieron chances en meses anteriores, algo que los hinchas, nos guste o no, no le perdonan aún.
Por último (al menos para quien escribe) está la falta de autocrítica puertas afuera. Seguramente el DT y sus colaboradores hagan mea culpa en el vestuario y en los entrenamientos, en la intimidad, que es donde al fin y al cabo importa, pero las últimas conferencias de prensa causaron más molestia que alivio en la gente.
El ejemplo claro es la innecesaria frase sobre los “siete defensores” que puso Boca en el superclásico. En River lo que menos importa es el planteo del rival y Demichelis se metió en ese barro del cual no pudo salir, sumado a que Diego Martínez lo expuso hace algunas horas revelando que el DT del Millo le pidió disculpas por lo dicho.
A River todavía le queda mucho camino por recorrer para volver a generar consenso en los hinchas. La obligación de ganar la Copa de la Liga sigue estando sobre la mesa y ni hablar sobre la Copa Libertadores, torneo en el que el equipo no puede volver a flaquear. Y en todos esos objetivos, Martín Demichelis deberá aprender de sus errores y encarrilar el rumbo.