“Me mandaron una carta en un correo temprano, en esa carta me dicen…” que el 5/10/2009 Gorositó se fue sin saludar. Que River se ganó a si mismo y, para rematarla, que Palermo hizó un gol de ciencia ficción. Pero sobre todas las cosas, que murió la “voz indoamericana”: Mercedes Sosa. Un día de “negra” despedida, donde la derrota nos tapó por todos lados.
“¡Tantas veces me mataron!… ¡tantas desaparecí! Sin embargo estoy aquí, sola y llorando…”. ¿Y dónde está el piloto mayor?, en estas horas tan aciagas. Dicen por allí que cumpliendo funciones para la FIFA.¡¡¡!!! ¿Y vos?: “Cantando al sol como la cigarra después de un año bajo la tierra, igual que sobreviviente que viene de la guerra”. Y el piloto menor que ahonda su propio fracaso con su deserción. “¡Por favor no hagas promesas sobre el bidet!”, cuando hasta hace dos fechas le sobraba hombría para terminar su contrato. ¿Qué pasó en el medio? “Vamos, decime, contame todo lo que a vos te está pasando ahora…”.
Todo pasa y todo sigue. Los códigos secretos que nos remiten a cometer los mismos errores. Todos mutis por el foro. Igual que siempre, “hoy vas a entrar en mi pasado, en el pasado de mi vida…”, y pase el interino que sigue, que así nos va. La locura, los periodistas monigotes que no entienden nada y hacen campaña antiRiver porque son masoquistas, o será “que el alcohol nos ha embriagado, que me importan que se rían y nos llamen Los Mareados”, propalan voces de Radios oficialistas mientras festejan el Museo y se quejan del exitismo que ya lleva 8 años.
¿No hay que hablar del gol que perdió Fabbiani? “Te viiií, juntabas margaritas del mantel, no se si hiciste mal o hiciste bien”. Distraído, sin forma física, el jugador de country que trajo esta Comisión rifó un gol intentando un taco de escuelita. Antes, la Zamba para olvidar de Cabral. Lavernni que no ve los codazos de Bottinelli y sólo juzga el puñetazo de la impotencia, injustificada por cierto, de Cabral…“Mis manos ya son de barro tanto apretar el dolor”. Entonces “cambia…todo cambia” y “la realidad duerme sola en un entierro y camina triste por el sueño del más bueno”. Vuelve a reaparecer en siete minutos el River perdedor que supimos conseguir. Una pesadilla. Es cierto, Negra, “nunca me creo en la cima o en la gloria, creado por generaciones pasadas”, pero ¿ni una alegría chiquitita, al menos? ¡Vamos!
Se fue Pipo, un referente de la Universidad Católica. Se fue una imprescindible: La Negra. Faltan más imprescindibles en River. “Ojos de cielo, ojos de cielo”: Ramón, el pueblo millonario también lo llora e implora a través de su mágica entonación: “¡No te entregues corazón… corazón libre, no te entregues!”. Faltan pocos meses de resistencia, “puedes verlo cansado, al corazón, más nunca de rodillas”.
Gracias a la vida que nos ha dado a River, para la risa y el llanto. Falta poco River, “Sube…Suuube….Suuuu…bandera de mi amor…”. Chau Negra, queda el testimonio inigualable de la fidelidad al arte y a la identidad. Esa que, como la cigarra, recuperaremos más temprano que tarde… ¡resucitando!
Foto: Fotobaires.
