(San Juan – Enviado especial) Unos 15.000 hinchas alentaron a River en el Superclásico y demostraron su pasión por los colores, más allá de la frustración por la caída frente a Boca.
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Para muchos, pese a la tristeza, fue una tarde inolvidable. Cientos de simpatizantes de River se dieron el gusto de presenciar por primera vez un Superclásico, debido a que el gran duelo nunca se había disputado en San Juan. Si bien es cierto que la mayoría de los hinchas que asistió nació en la provincia cuyana, también hubo quienes viajaron desde diferentes lugares del norte y el oeste del país, además de aquellos que son de Buenos Aires y habitualmente concurren al Monumental.
La mejor canción para sintetizar semejante pasión que desconoce de cuestionees geográficas tuvo varios minutos de loop durante el segundo tiempo. “Yo te quiero, River Plate, yo a vos te sigo, vos sos mi vida / Siempre te voy a alentar, sos lo más grande de la Argentina” sonó con distinta intensidad. De hecho, fue la melodía que mayor adhesión generó entre aquellos que no están acostumbrados a ver in situ al Millonario, teniendo en cuenta que viven a cientos de kilómetros del templo de Núñez.
Como siempre, “River, mi buen amigo” fue la letra elegida para darle la bienvenida al equipo cuando salió al campo de juego. Sin embargo, hubo varias estrofas tradicionales del Monumental. Desde “el día que me muera yo quiero mi cajón pintado rojo y blanco como mi corazón” hasta “tu hinchada la que copa en todas partes, que cruzó los siete mares, es la que copó Japón”, pasando por “al fin va a decir la verdad el que escribe los diarios” y la respuesta ante las chicanas de la tribuna de enfrente: “El que no salta, abandonó”.
“River, vos sos una droga que no se puede dejar” también se hizo escuchar. Y tan adictivo es el sentimiento que ni siquiera los dos kilómetros a pie hasta acceder a la cabecera sur y los demás sectores causaron mal humor. De hecho, el entretenimiento se hizo presente en la antesala al Superclásico porque Sol Pérez y Nati Jota animaron la tarde desde el campo de juego, al compás de la música de los altoparlantes y algunos juegos. Aunque lo más atractivo fue el espectáculo de dos avionetas que realizaron todo tipo de acrobacias en las alturas y luego pasaron muy cerca de las tribunas, causando más de algún susto por tamaña singularidad.
Pese a la caída 0-1, los hinchas de River pudieron disfrutar de algunas pinceladas que brindaron Ariel Rojas, a través de un caño a Gino Peruzzi, el debutante Nicolás de La Cruz e Ignacio Scocco. Los tres fueron responsables de los “oooleee” que surgieron de los fanáticos del Más Grande para gozar. El colorido, una vez más, estuvo a la altura de las circunstancias y, amén de la tristeza por perder el Superclásico, la gente de ninguna manera reprochó al plantel. Al contrario, dejó en claro que River es su vida y acompañó a La Banda.
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