Alrededor de 20.000 hinchas coparon zona sur en el partido contra Platense, correspondiente a los octavos de final de la Copa Argentina. Con el techo arriba, el aliento retumbó con mucha fuerza durante la noche.
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El color granate quedó opacado. Tan sólo los ‘pulmones’ y los pocos sectores vacíos pudieron permitir que se viera el tono que caracteriza al dueño de casa. Es que los hinchas de River colmaron las tribunas habilitadas en el estadio de Lanús. Allí se hicieron sentir en todo momento y deliraron de alegría por una nueva clasificación en la Copa Argentina.
La gente del Más Grande fue local en zona sur. Vistió de rojo y blanco las calles, lleno de banderas la popular y durante unas horas logró que el estadio Monumental se mudara unos kilómetros. El tradicional automóvil Ford Falcon de Núñez logró ser foco de atención en uno de los accesos a la cancha. Aunque ya dejó de ser costumbre que River juegue en el día tradicional del fútbol, el hit inicial en la cabecera principal fue “no veo la hora, que llegue el domingo”.
Por supuesto que “River, mi buen amigo” tuvo su espacio luego de la estrofa mencionada, mientras que hubo una melodía dedicada al rival de turno, viejo conocido de Primera División: “Oooh, son los tirapiedras, son los pu… de Saavedra”. Alrededor de 20.000 hinchas acompañaron a La Banda, mientras que unos 6.000 llegaron hasta Lanús para seguir a Platense, adversario al que el Millonario no se enfrentaba hace 19 años.
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Con el techo arriba de la popular y las plateas ocupadas por la parcialidad de River, el aliento sonó con muchísima fuerza más que lo habitual porque retumbó. “Ésta es la banda loca del Millonario, yo lo sigo a River a todos lados”, “vamos, campeón, vamo’ a ganar, donde jugués vamos a estar”, “hoy hay que ganar, si la vuelta quieren dar” fueron los hits que tuvieron bastante duración en el escenario situado en Arias y Guidi.
Tras la apertura del marcador gracias a un penal bien ejecutado por Lucas Pratto, surgió “yo soy de River, de River de corazón”, entonado con entusiasmo por los hinchas, quienes después del segundo tanto, mediante otro penal -aunque pateado por el ingresado Ignacio Scocco-, palpitaron el Superclásico correspondiente a la Superliga: “Che, bostero (2), qué amargado se te ve, cada vez nos falta menos para volvernos a ver”.
Una vez terminado el partido, con el pase a los cuartos de final de la Copa Argentina, la gente del Más Grande dividió la despedida entre la ilusión y el saludo hacia el Calamar. El fervor produjo un “que este año tenés que ganar la Copa”, anhelando la Libertadores, en tanto que el adiós a quienes estaban en la tribuna de enfrente tuvo un “mirá, mirá, mirá, sacale una foto”. La fiesta fue riverplatense en Lanús, que se vistió de rojo y blanco en la noche del miércoles.
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