Lucas Alario experimentó una sensación increíble cuando su cabezazo abrió la cuenta en la final de la Copa Libertadores que River le ganó 3-0 a Tigres, el 5 de agosto de 2015. Esa noche quedará grabada para siempre en su memoria.
Más allá de la emoción por el gol, el delantero de Bayer Leverkusen eligió destacar una circunstancia puntual de aquella jornada histórica. “Esa salida fue impresionante. La verdad que la veo y se me pone la piel de gallina”, confesó.
“Increíble la gente. La cancha estaba que explotaba, era una final, mi familia estaba en las tribunas, ganamos, pude convertir un gol”, resaltó el Pipa, en diálogo con ESPN. “Es un momento que voy a recordar para el resto mi vida”, manifestó.
Tras dos meses y medio, Alario volvería a jugar el próximo lunes, cuando Leverkusen visite a Werder Bremen, por un partido correspondiente a la fecha 25 de la Bundesliga. El partido comenzará a las 15.30 hora argentina y será televisado por ESPN 2.