Buenos Aires es una revolución absoluta. Millones de personas salieron a las calles para recibir a los campeones del mundo con todo el colorido posible. Camisetas, banderas, carteles, banderas y una multitud incalculable coparon casi todas las avenidas de la Capital Federal, desde la 9 de Julio, pasando por la Autopista 25 de Mayo y hasta la General Paz en el conurbano. El micro descapotable con el plantel Albiceleste salió a las 11.30 del predio de la AFA en Ezeiza y desde entonces recorre a paso de hombre las calles rodeadas de hinchas.
Los ojos de la gente de River desde sus casas y a los costados del propio micro estuvieron obviamente puestos en los talentos riverplatenses que trajeron la Copa del Mundo después de 36 años. Enzo Fernández casi que no soltó el trofeo desde que se subió al micro, Julián, con un piluso de River y en camisa, no dejó de cantar un segundo y al rato se sumó Gonzalo Montiel con una jarra de alcohol en la mano, anteojos y gritando desaforado.