Aún después del bochorno, el plantel de Boca aguardó más de dos horas para retirarse y no le permitió salir del campo de juego a los jugadores de River. Los dejaron salir solos y luego aplaudieron a los violentos. Ni siquiera ese ejemplo pudo dar.
El plantel de Boca no se solidarizón con los jugadores de River. Es cierto que los dirigidos por Arruabarrena nada tuvieron que ver con los incidentes, pero cuando tuvieron que hacer su parte, no cumplieron.
¿Por qué? Una vez que Darío Herrera dio por suspendido el Superclásico, Boca no quiso retirarse del campo de juego. Será por la mentira del aguante, por la demagogia de irse últimos o lo que sea, pero demoraron muchísimo en irse.
Fue así que el plantel de River debió esperar más de dos horas dentro de la cancha, lapso en el que sus colegas de Boca incluso amagaron con acomodarse dentro de la cancha una vez suspendido el partido, para meter presión y seguir jugando.
Como si fuera poco, cuando finalmente se fue el plantel de River, los locales no los acompañaron y ¡aplaudieron a los violentos! Indefendible por donde se lo mire.
Finalmente, pasada la medianoche, el plantel millonario pudo llegar al vestuario. Un papelón eterno que excede a los colores y la rivalidad futbolística. Una muestra de todo lo que no debe hacerse en un espectáculo deportivo.



