Marcelo Gallardo, Enzo Francescoli y toda su estructura de trabajo deben tener cientos de jugadores observados y scouteados a lo largo de estos ocho años. Sabemos que al Muñeco le gusta mucho ver fútbol e incluso en algunos mercados de pases, hace no mucho, realizó viajes a países vecinos como Chile y Uruguay para buscar nuevos talentos que pudieran reforzar a su equipo. 

Por obvias razones, no todos los jugadores apuntados terminan llegando y en el medio muchas gestiones se complicaron a tal punto de quedar truncas, como la de Fabricio Bustos, entre tantas otras. Al Muñeco siempre le gustaron los jugadores de renombre y trayectoria para darle un salto de calidad al equipo y es por eso que a mediados de 2021 puso el ojo en el uruguayo Gastón Ramirez, que venía de jugar en la Sampdoria de la Serie A.

Su nombre estuvo en la agenda durante varios días pero las conversaciones no terminaron nunca de llegar a algo concreto (el jugador manifestó el deseo de seguir en Europa) y todo quedó en la nada. Con 30 años, Ramirez se quedó sin club durante seis meses y probó suerte en el Monza de la Serie B. Allí solo jugó seis partidos y el 30 de junio de este año volvió a quedar con el pase en su poder. Misma ecuación: varios meses sin club y recién hace unos días consiguió equipo.

Así presentaron a Ramírez en el Virtus Entella, equipo que marcha segundo en el Grupo B de la Serie C italiana al cabo de 10 fechas.

Así presentaron a Ramírez en el Virtus Entella, equipo que marcha segundo en el Grupo B de la Serie C italiana al cabo de 10 fechas.

Fue presentado como refuerzo del Virtus Entella de la Serie C de Italia, la tercera categoría del país europeo. Muchos futboleros, sobre todo hinchas uruguayos, se sorprendieron con la noticia al tratarse de un futbolista de 31 años con pasado mundialista y que todavía está vigente. La competitividad en el ascenso italiano es muy baja y por eso el asombro por la decisión que tomó el medocampista.